Célebre por sus zambas y poesías musicales.
Su grave voz de barítono era a la vez firme y dulce; le cantaba a los amores y a los campos, a los cerros y a los baguales, a las cabras y a los crespines, a los bombos y a las tormentas. Eduardo Falú nació un 7 de julio de 1923 en El Galpón, provincia de Salta, de una familia de inmigrantes sirios, tan numerosas por el norte argentino.
Grabó su primer álbum en 1950, y a partir de allí su fama se extendió desde Buenos Aires al mundo. Además de haber sido un notable compositor y cantante, Falú es considerado uno de los mejores guitarristas argentinos de todos los tiempos. Zambas, chacareras y chamamés fueron parte de su repertorio; este ilustre músico argentino le puso música también a unos 150 poemas de reconocidos escritores argentinos, entre los que podemos nombrar a Ernesto Sábato (Romance de la muerte de Juan Lavalle) y Jorge Luis Borges (José Hernández).
Algunas de sus más inolvidables canciones son Tonada del viejo amor, La atardecida, Canción del jangadero, Las golondrinas, y Zamba de la candelaria.
Su último disco, editado en 2009, fue un tributo a su admirado guitarrista español Andrés Segovia.
Eduardo Falú falleció a los 90 años el 9 de agosto de 2013, en la ciudad de Buenos Aires.¤
Tonada del viejo amor
Y nunca te he de olvidar
en la arena me escribías
el viento lo fue borrando
y estoy más solo mirando el mar.
Qué lindo cuando una vez
bajo el sol del mediodía
se abrió tu boca en el beso
como un damasco lleno de miel.
Estribillo
Herida la de tu boca
que lastima sin dolor
no tengo miedo al invierno
con tu recuerdo lleno de sol
I Bis
Quisiera volverte a ver
sonreir frente a la espuma
tu pelo suelto en el viento
como un torrente de trigo y luz
Yo sé que no vuelve más
el verano en que me amabas
que es ancho y negro el olvido
y entra el otoño en mi corazón.
Estribillo
Herida la de tu boca
que lastima sin dolor
no tengo miedo al invierno
con tu recuerdo lleno de sol ¤