Un habitante versátil de los cielos sudamericanos
El chimango (Milvago chimango) es una de las aves más comunes en Sudamérica, especialmente en Argentina, Chile, Uruguay y el sur de Brasil. Perteneciente a la familia de los falcónidos, esta ave rapaz destaca por su adaptabilidad y capacidad para sobrevivir en una amplia variedad de hábitats, desde áreas urbanas hasta zonas rurales y boscosas.
De tamaño mediano, el chimango tiene una longitud que varía entre los 37 y 42 centímetros, con una envergadura de hasta 85 centímetros. Su plumaje es predominantemente marrón claro, lo que le permite camuflarse eficazmente en su entorno. Una de sus características más notables es su canto agudo y repetitivo, fácilmente reconocible en el campo.
El chimango es un ave carroñera por excelencia, aunque también caza pequeños animales, como insectos, roedores y reptiles. Su dieta variada es uno de los factores que le permite prosperar en diferentes ambientes. En áreas urbanas, no es raro verlo alimentándose de desperdicios, lo que demuestra su gran capacidad de adaptación.
Esta ave es monógama y forma parejas estables que construyen sus nidos en árboles, utilizando ramas, pasto y otros materiales vegetales. Los chimangos suelen tener una o dos crías por temporada, que son cuidadas por ambos padres.
A pesar de su abundancia, el chimango es una especie protegida en varios países sudamericanos, dado su importante rol en el ecosistema como controlador de plagas y limpiador natural.¤