Pasan los meses y la dialéctica agresiva de nuestro presidente va en aumento. Ya no le basta pelearse con el FMI; ahora sus dardos van contra el presidente de Uruguay, por el tema de los derechos humanos; contra Chile por meterse con el diferendo con Bolivia por un paso al mar; con Inglaterra, por los vuelos de Chile a Malvinas, y con Bush, amenazando con frases como “el encuentro en Monterrey lo gano por K.O.” Falta que en otro ataque de prepotencia diga “Que venga el principito” emulando a Galtieri.
¿Llevan a algún lado todas estas muestras de patoterismo? ¿Es esta la nueva política que se viene o sólo se gobierna para las personas que se juntan a protestar frente a alguna embajada o empresa privatizada, y que ven en estas frases una defensa de “nuestra nacionalidad”?
Por estas latitudes comenzó la cuenta regresiva para la reelección presidencial y se iniciaron los ataques entre los dos partidos principales. Los demócratas comenzaron sus primarias en Iowa y New Hampshire y ya se vislumbran dos o tres candidatos firmes para disputarle a Bush la presidencia.
Mientras tanto, éste aventaja a sus rivales al estar definida su candidatura, y comienza a prometer cosas tales como una nueva ley para los indocumentados.
En su discurso de comienzo de campaña nos dejó la siguiente frase: “Por la guerra, el mundo está cambiando para bien”
En fin… Ø