Accidente
Un hombre estaba asistiendo a una de sus vacas a parir, cuando se dio que cuenta que su hijo de cuatro años lo estaba observando desde el portón de la cuadra.
El hombre ahora tendría que explicarle todo lo que estaba haciendo, y explicarle a su hijo el tema del sexo.
Bueno, voy a esperar hasta que me pregunte y luego se lo explico todo -se dijo.
Después de terminar lo que estaba haciendo, el hombre se acerca a su hijo y le dice:
- ¿Bueno hijo, tienes alguna pregunta?
- Sólo una: ¿A qué velocidad iba ese becerro cuando chocó con esa vaca?
El valor de la verdad
Un tipo se despierta en su casa con una resaca monumental. Se esfuerza en abrir los ojos, y lo primero que ve es un par de aspirinas y un vaso de agua en la mesita de luz.
Se levanta y ve la casa impecable, y al llegar a la cocina encuentra una nota de su mujer que dice: “Cariño, el desayuno está servido. Salí a hacer unas compras. Te amo".
En ese momento aparece su hijo y un tanto desorientado le pregunta:
- Hijo, ¿qué pasó anoche?
- Llegaste a las 3 de la mañana totalmente en pedo, rompiste varios adornos y vomitaste toda la casa…
El padre, más desorientado aún le pregunta:
- ¿Y cómo es que está todo impecable y el desayuno esperándome en la mesa?
- ¡Ah, eso!... es que Mamá te arrastró hasta el baño, y cuando intentó sacarte los pantalones, le gritaste: “¡quieta, mujer, ni lo pienses, porque soy casado!”
Conclusiones:
Una tremenda borrachera: $300
Mobiliario roto: $1200
Desayuno completo: $50
Decir la frase adecuada en el momento adecuado: no tiene precio.
Cortitos y al pie
- Gordo, ¡basta de alcohol! Decime, ¿qué ganas tomando?
- Nada, yo tomo sin fines de lucro.
En una funeraria:
-Qué quiere hacer con su suegra, incinerarla, embalsamarla, o simplemente enterrarla?
- ¡Las tres cosas, no corramos riesgos!
-¿Tiene algún libro sobre el cansancio y la fatiga?
- No, están agotados.
Entra un tipo al almacén y dice:
- ¿Señor, tiene polenta?
- Sí, tengo.
- ¡Genial, ¿me ayuda a empujar el auto?!
- Vengo a pedir la mano de su hija.
- ¿La más grande o la pequeña?
- ¡No me diga que tiene una mano más pequeña que otra! Hasta ahora no había notado nada...
- Me siento sola...
- Yo también. Sentarse es fácil.
- Che, ¿cómo es la clave del Wi-Fi?
- Boludo, estamos en un velorio.
- ¿Todo junto?
- Hola, linda. ¿Querés que tomemos algo?
- Sí. Distancia.
- Abuelo, ¿dónde dejaste al niño?
- En su cama.
- En la cama lo que hay es un perro.
- Ah, buscá en la cucha, entonces…
Que te despierten con besos y caricias es una de las mejores cosas que existen…
A menos que estés en la cárcel.
- Comisario, ¿qué hacemos con el preso?
- Póngale una esposa.
- Eso, eso, ¡que sufra!
Un hombre cae preso y lo meten en la celda con un leproso.
Al leproso el primer día se le cae una oreja y la lanza hacia afuera por la ventana; al rato se le cae un dedo y hace lo mismo; a las dos horas se le cae la nariz, e igual la lanza por la ventana…
El hombre, que no dejaba de observarlo, le dice:
- ¿Son ideas mías… o te estas escapando? ¤