Historias de Arte: Osvaldo Gasparini

Artista plástico gaucho
Osvaldo Gasparini nació el 5 de marzo de 1917 en Laboulage, Córdoba. Cuando su familia se trasladó a la Provincia de Buenos Aires, al campo de San Antonio de Areco, el joven Osvaldo sintió la atracción por dibujar caballos y retratar a los gauchos del Pago de la Tradición

Gasparini conoció a Don Segundo Sombra y al poeta Don Ricardo Guiraldes y decidió que su vocación de vida iba a ser la vida gaucha, compartir la vida diaria con los paisanos de la estancia, sus tareas rurales, la doma de potros, el arreo de vacunos...
Don Osvaldo se hizo hombre y gaucho junto a Don Segundo: aprendió a dibujar caballos, fogones criollos, tropillas... y cuando sus obras traspasaron los límites de su pago natal, llegaron las exposiciones en las galerías de arte de la calle Florida. El éxito artístico coronó su esfuerzo de tantos años de aprendizaje campesino: ¡solo así pudo pintar lo que había vivido!

Un pintor de la tradición gaucha
Quinquela Martín fue su padrino artístico y luego de mostrar sus obras ante el público porteño, volvió a Areco después de una larga ausencia.
Allá por los años 50 conoció a Rosita, el amor de su vida, y ambos construyeron un nido gaucho en un rancho que aún se conserva como museo.
De la pareja nacieron tres varones bautizados con nombres tan significativos que marcarían la actividad profesional de los muchachos: Miguel Ángel, Rubén Darío y Luis Leonardo, dos pintores y un escritor.
Cuando en 1969 se filmó la película Don Segundo Sombra, el pago güiraldeano se transformó en atractivo turístico y comenzaron a llegar visitantes y se hicieron hoteles, restaurantes, aparecieron los talentosos artesanos plateros y sogueros, músicos y bailarines, cantores y guitarreros... y San Antonio de Areco se transformó en la Capital Nacional de la Tradición Gauchesca.
La Familia Gasparini abrió su Casa-Museo y el viejo ranchito de adobe y paja se llenó de láminas de tintas y colores, de carbonillas y acuarelas.
El Gran Gaspa envejeció rodeado del afecto de sus pobladores, quienes lo nombraron Ciudadano Ilustre de la localidad. Después siguieron los homenajes hasta que un mes antes de su muerte, en mayo de 2001, el Senado de la Nación lo premió como Figura Emérita del Arte Argentino.
Hoy su anciana esposa Rosita y sus hijos hacen honor al legendario Patriarca Gaucho conservando y exhibiendo su obra pictórica. ¤