Patriarca del folklore argentino
Su nombre no ha alcanzado nunca la altura del de un Atahualpa, Mercedes Sosa, José Larralde, o Leda Valladares.
Quizás sea esta la primera vez que usted escucha -o más bien, lee- sobre él.
Pero Andrés Chazarreta ocupa un puesto preponderante en la música popular argentina, ya que es considerado el primer gran difusor del folclore de nuestro país.
Santiagueño de nacimiento y proveniente de una familia con varias generaciones de folcloristas, Chazarreta se ganó la vida como maestro de música; tocaba guitarra, piano, mandolina, y otros instrumentos.
En una época en que la cultura nacional estaba en formación, Chazarreta creó su propia compañía de música y danza, y recorrió el país recopilando canciones de distintas provincias. Fue pionero, además, en llevar el folclore a circuitos que nunca antes había explorado, como los teatros porteños.
Chazarreta editó once discos de folclore, y entre sus obras más famosas figuran Zamba de Vargas (recopilación), La Telesita, Zamba alegre, Ciudad de Córdoba, y Mañana de mañanita, entre muchas otras.
En honor a su nombre y recordando su natalicio, el 29 de mayo se celebra en nuestro país el Día Nacional del Folclorista Argentino. ¤
Mañana de mañanita
(Chacarera)
Letra y Música: Andrés Chazarreta
I
A mí me dicen el negro
porque quise a una morena,
a quién no le va a gustar
tener una cosa buena.
A mí me dicen el rubio
porque quise a una rubita,
a quién no le va a gustar
bañarse en agua bendita.
La mujer que a mí me quiera
ha de ser del gusto mío,
ha de salir para afuera
cuando yo le diga ¡fuiuuu...! (silbido)
Estribillo
Así me han dicho
que andan diciendo
que otro es el dueño, ñatita,
y yo presumiendo.
I Bis
Un santiagueño se ha muerto
porque le ha llegao la hora;
háganle la cruz bendita
con dos vainas de algarroba.
El amor del hombre viejo
es como el del gallo enano,
en brincar y no alcanzar
se la pasa todo el año.
Ayer pasé por tu casa,
pregunté quién se murió,
salió tu hermana y me dijo:
¡La pucha que sos curioso!
Estribillo
Así me han dicho
que andan diciendo
que otro es el dueño, ñatita,
y yo presumiendo.