La restauración de las películas de Gardel

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Como corresponde con todos los artistas populares, todas las películas que Carlos Gardel filmó en vida fueron estrenadas en Buenos Aires a pocos meses de ser filmadas, con gran éxito de taquilla. Los cortos fílmicos que fueron producidos en 1930 también se estrenaron en ciertos cines, aunque en este caso se ofrecían como complemento de películas de Hollywood. Finalmente, diez cortos se juntan y se estrenan en enero de 1935 como la película argentina “Así Cantaba Carlos Gardel”.

Cuando Gardel muere sorpresivamente en junio de 1935, todavía no se habían estrenado en Buenos Aires las últimas dos películas que filmó, El Día que me Quieras y Tango Bar. Dada la conmoción por su muerte, estos últimos estrenos se convirtieron en eventos especiales muy emotivos, y coincidieron con la vuelta a las pantallas argentinas de toda la filmografía de Gardel, ya que los cines argentinos querían aprovechar la publicidad gratuita de un momento en que Gardel estaba en todos los medios.
Tuvieron que pasar muchos años para que realmente existiera una tregua en el interés por Gardel del público, y cuando ese momento finalmente llegó, muchos años después, casi todas las copias estaban muy deterioradas. Cuenta el veterano gardeliano Arturo Yépez que en los años cincuenta todavía se organizaban festivales donde se pasaban las películas de Gardel que habían sobrevivido, pero las que se podían ver estaban en malas condiciones.
Cuando llega el boom del video en los años ochenta, algunas productoras argentinas intentaron editar las películas de Gardel en VHS, pero no fue posible encontrar en el circuito comercial originales en buenas condiciones. Estas compañías de video no tenían presupuesto para intentar una restauración, y editaron, en VHS y luego en DVD, películas de calidad francamente deficiente. Una historia similar contaban los canales de televisión, siempre interesados en pasar películas de Gardel, pero desilusionando a los televidentes con la calidad de imagen y sonido. Podemos agregar que en ese momento se descubrió que las dos películas donde participaba Gardel que habían tenido una distribución mucho más limitada, ahora estaban perdidas. Estamos hablando del corto de 22 minutos La Casa es Seria filmado en 1932 con Imperio Argentina, y una participación de ocho minutos que había sido incluida en las versiones internacionales de la película norteamericana de 1935 Cazadores de Estrellas.

Una gran noticia para los Gardelianos
Cuando empieza el nuevo milenio, nadie en el viejo circuito comercial del cine parecía haberse quedado con rollos en 35 mm de las películas de Gardel. Los fans de Gardel se tenían que conformar con copias en deplorable calidad que habían editado las casas productoras de videos. Es en este contexto que la Fundación Cinemateca Argentina le da una agradable sorpresa al público argentino y mundial. Durante 2016, su presidente Marcela Cassinelli emite un comunicado donde no solo reconoce que las queridas películas filmadas por Carlitos Gardel formaban parte del catálogo de su institución, sino que ella había conseguido la financiación para poder restaurarlas. La buena noticia, difundida por la agencia de noticias TELAM y levantada por muchos medios, finalmente recorrió el mundo, generando una expectativa tan grande como la fama de Gardel.
¿Cómo se explica lo que había pasado? Para empezar, pocos sabían que el histórico presidente de la Fundación Cinemateca Argentina, Guillermo Fernández Jurado, había sido un fan del tango y Gardel. En 1979 había producido el documental El tango en el cine, y algunos años después había participado del documental Gardel: El alma que canta (1985), de Carlos Orgambide, que se hizo para el primer medio siglo de la muerte de Gardel, con mucho material de archivo, y que incluye su funeral. Fernández Jurado, gardeliano de oro, se había molestado en comprar las películas de Gardel de su bolsillo. Y aunque había logrado conseguir casi todas, éstas necesitaban ser restauradas y no había dinero para hacerlo.

La restauración de sus películas
Ahí es donde entra la nueva presidente de la institución, Marcela Cassinelli, quien era consciente de que la Ley de Mecenazgo de la Ciudad de Buenos Aires, aprobada en el 2006, era un buen vehículo para financiar un proyecto cultural como la restauración de las películas. Había que conseguir un sponsor y vencer los obstáculos burocráticos en la Municipalidad, pero era posible… Terminaron siendo varios años de lucha, pero por fin en el 2016 se pudo anunciar que dentro del marco de la Ley de Mecenazgo se había logrado el apoyo del Banco Santander-Río para restaurar siete películas: Así Cantaba Carlos Gardel, Melodía de Arrabal, Cuesta Abajo, El Tango en Broadway, El Día que me Quieras, Tango Bar, y los documentales El tango en el Cine y El Alma que Canta.
“Hace cuatro años comenzamos a tramitar dos mecenazgos, uno para reciclar el edificio que fuera del diario Crítica en Constitución como ecológico, proyecto que es el que requiere una importante inversión, y está en vías de concretarse acompañado por un proyecto del gobierno porteño para la recuperación del barrio; el otro para restaurar las películas de Gardel, que incluye documentales, los cortos de Eduardo Morera y los clásicos de la Paramount. El 24 de junio de este año, en coincidencia con un nuevo aniversario de la trágica muerte del compositor, cantante y actor en un accidente en el aeropuerto de Medellín, y del fallecimiento de Fernández Jurado, recibí la buena noticia de que el banco Santander-Río había aceptado convertirse en mecenas del proyecto de restaurar las películas con Gardel como protagonista”, le explicaba Marcela Cassinelli en el 2016 a un periodista de TELAM.
Obtenido el respaldo financiero, la restauración de las películas de Gardel se contrató con los respetados laboratorios especializados Cinecolor y Gotika. Mientras se trabajaba, en abril de 2017 se hizo el Congreso de la Federación Internacional de Archivos de Cine (FIAF) en la ciudad norteamericana de Los Angeles. Hasta ahí viajó Marcela Cassinelli, y durante ese Congreso tuvo la oportunidad de anunciarle la importante novedad al mundo del cine, con excelente respuesta.
El proceso de restauración terminó necesitando más tiempo que el previsto, pero 2018 terminó con todas las películas restauradas y la presentación final aprobada por las autoridades de la Ciudad de Buenos Aires. Ahora queda el desafío no menor de exhibirlas por el mundo. ¤