El corrupto era Vizcacha, no Martín
Sr. Director:
Luego de haber leído y analizado el artículo escrito por el señor Adolfo Compte y haber recibido comentarios negativos de algunas personas muy cercanas a mí, me permito con todo respeto expresarle mi desagrado ante este incidente que estoy seguro no es intencional ni de parte de Ud. ni del señor Compte.
Se trata del comentario en su apartado Sociedad, el cual da a entender a los lectores que desconocen la esencia pura del Martín Fierro de José Hernández, que se trata de un libro que apoya la corrupción e incita a los niños desde temprana edad a creer y hacerse amigos de los corruptos.
Demás está decirle que le pido tenga a bien rectificar ese concepto, ya que es el viejo Vizcacha (el personaje corrupto) quien es el autor de aquella sixtina y no el libro en sí, como lo cita el señor Compte.
Dicho sea de paso y para quienes quieran tener una imagen auténtica y venerable de nuestra Biblia criolla, los invito a que lean los libros de nuestro inmortal José Hernández y de paso se acerquen al Centro Gaucho Martín Fierro del cual soy su orgulloso director y fundador. Y los dejo con una sixtina que sí es del personaje central del libro y que ha calado muy profundo por muchas generaciones en el corazón criollo argentino y de toda nuestra América.
“Ave de pico encorvado
le tiene al robo afición:
pero el hombre de razón
no roba jamás un cobre,
pues no es vergüenza ser pobre
y es vergüenza ser ladrón”.
Con mucho respeto y felicitándolo por su revista, le envío un fuerte abrazo gaucho a Ud., sus lectores y escritores.
Rafael Figueroa
Newport Beach, CA
ES: Gracias, Rafael, por comunicarte con nosotros. Retribuimos el abrazo gaucho.
El corrupto era Vizcacha, no Martín II
Sr. Director:
Es con profunda preocupación que escribo esta carta después de leer la columna “Sociedad” de la edición de abril del 2012 de la revista que usted dirige, en la cual en una mención al trágico y penoso accidente ferroviario del 22 de febrero último en Argentina, en una nota general de agrio pesimismo se opina sobre un problema cultural, de falta de planificación, de gerencia de riesgos, de justicia, seguridad, desarrollo y, sobretodo, de la corrupción que aqueja a la Argentina y que es un problema que lamentablemente existe en Latinoamérica.
Curiosamente, el columnista señala que “lo complicado es interpretar cada acto, dicho u omisión para descubrir qué se informa y qué se oculta” y al parecer el autor del artículo de opinión ha complicado y ha errado su propia nota, pues precisamente el artículo, tal cual está escrito, cita un extracto del libro La Vuelta de Martín Fierro en una analogía que peca de una incorrecta afirmación. Cualquiera que leyera el artículo sin conocer plenamente la obra y los personajes de José Hernández, autor del libro, podría entender que éste es un personaje corrupto, dando una imagen falsa, cuando en realidad el personaje corrupto del libro es el viejo Vizcacha, a quien corresponde la sixtina mencionada. Lo más grave es que la cita da a entender que el libro es una apología de corrupción y que al enseñarse la lectura del Martín Fierro en las escuelas argentinas se ha adoctrinado a generaciones de estudiantes a formar parte de una cultura de corrupción.
El personaje de Martín Fierro, por el contrario, es un personaje digno, honrado, con altos valores éticos y morales, muy lejos de lo que el columnista pretende hacer entender a los lectores, lo cual califica como una desinformación absoluta. De manera que amerita una nota de corrección y aclaración del columnista y de la revista. Muy cordialmente,
Marita Claudio
ES: Estimada Marita, muchas gracias por compartir tu punto de vista con nosotros. Un abrazo.
El corrupto era Vizcacha, no Martín III
Contrariamente a la visión del Sr. Rodolfo Compte, tengo una expectativa optimista sobre el futuro de nuestro país. Creo que pese a todas las dificultades, la Nación Argentina está en marcha, con miras a volver a estar entre los diez primeros países de mundo, para lo cual es necesario incrementar la participación popular para mejorar la incipiente e imperfecta democracia, por medio de partidos políticos de diferentes corrientes de opinión, con clara definición de principios éticos, organizados desde las bases, y con una moderna visión del futuro, para que sirvan como catalizadores de los intereses del pueblo, tal como lo visualizó el genial estadista Don Roque Sáenz Peña. Por otra parte, y para no extenderme demasiado, puedo asegurar que nadie se convertirá en corrupto por leer (y estudiar) la maravillosa historia del Martín Fierro, libro comparable al Quijote.
Jorge Ricchezze
ES: Gracias, Jorge, por comunicarte con nosotros. Un abrazo.
¿Volver?
Sr. Director:
Quisiera mencionar que estoy totalmente de acuerdo con lo expresado en la sección Sociedad de El Suplemento del mes de abril. El redactor Rodolfo Compte, en forma sucinta, hizo una excelente exposición de una noticia trágica acontecida en nuestro querido país y logró además, con sinceridad, expresar el conjunto de usuales consecuencias o medidas correctivas ante este tipo de eventos, en pocas palabras: Nada.
Leí sobre el accidente en el Wall Street Journal; en seguida llamé a mi familia en Argentina para conocer más detalles. Todo se me hace incomprensible e inaceptable. De hecho, con lágrimas en mis ojos, concluí que “no soy de aquí, ni soy de allá”, que cuando estoy planeando volver a radicarme en Argentina tengo mucho “miedo del encuentro con el pasado que vuelve” y que no me equivoqué cuando hace 15 años decidí explorar nuevas tierras y tomar.
Podría seguir escribiendo 10 páginas, pero lo más válido del artículo, además de la franqueza con que se expresó, es el llamado a la autocrítica y hacernos responsables de nuestro propio karma; solo reconociendo nuestros defectos y errores podremos modificar nuestro presente y nuestro futuro. De hecho, Argentina es un país entrañablemente querible por la calidez de su gente, potencialmente rico y con una gran abundancia de reservas naturales.
Sinceramente,
Estela Myriam S. M.
Los Angeles, CA
ES: Gracias, Estela, por compartir con nosotros tus dudas, certezas y esperanzas. Un abrazo.
El desmadre de YPF
Sr. Director: Del año 1922 al 1992, YPF produjo un importante aporte a la economía de la Argentina, hasta que en 1993 el entonces presidente Carlos Menen da el primer paso en su privatización, avalado por los gobernadores de las provincias petroleras, entre ellos, Néstor Kirchner. En 1999 terminan de entregar YPF: el argumento de Kirchner fue que era la única salida para su provincia, que ya no podía sostenerse. Menem, ahora senador, dice que su voto será a favor de la expropiación.
Hoy la presidenta expropia la empresa y en su discurso dice que... ¡Néstor deseaba eso! Ella misma en los noventa avaló la privatización y su hoy secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli, la defendió en la Cámara de Diputados en 1992.
El hoy viceministro de Economía, Alex Kicillof, sin dudas quien ostenta el poder y que La Cámpora pone en todos los lugares en donde hay muchas oportunidades de hacer dinero, durante su manejo de Aerolíneas Argentinas no pudo presentar un solo balance y en cada presupuesto solicitó a Cristina un aumento del 50% para poder soportar el déficit.
España va a reclamar e intentar un juicio, pero Argentina tiene 40 juicios internacionales, nunca cumplió sentencias y todo termina en la discusión de una cifra de indemnización.
¿Y ahora, qué sigue?
Roberto Alzola
Anaheim, CA
ES: Estimado Roberto, qué sigue no lo sabemos, pero seguí leyendo El Suplemento cada mes y te vas a enterar. Un abrazo. ©