De parejas
En la alcoba conyugal, la sensual esposa recibe al marido diciéndole:
-Desabrocha mi blusa y déjala sobre la cama...
-Sí, mi amor... le responde el marido
-Ahora el brassier, y ponlo en la silla...
-Claro, mi vida.
-Deja mi falda en el ropero.
-Bueno cariño...
-Ahora mi ropa interior... tirala al suelo.
-Ya está, corazón...
-¡Y QUE SEA LA ÚLTIMA VEZ QUE TE PONES MI ROPA, MARICÓN!
Duda
Una joven rebelde, muy liberada, entra en un bar completamente desnuda. Se para frente al cantinero y le dice:
-¡Deme una cerveza bien helada!
-El cantinero se queda mirándola, sin moverse.
-¿Qué pasa?, dice ella. ¿Nunca ha visto a una mujer desnuda?
-¡Muchas veces!
-¿Y entonces qué mira?
-¡Quiero ver de dónde va a sacar el dinero para pagar la cerveza!
De Tarzán...
Debido a la inocencia de Tarzán, que había vivido solo durante tanto tiempo, un día, Jane le dio clases de sexualidad, explicándoselo todo como si fuera un niño pequeño, para que así lo entendiera:
- Mirá Tarzán, eso que tenés ahí colgando entre tus piernas es tu trapito y esto que tengo yo, aquí entre mis piernas, es una lavadora... lo que tenés que hacer es lavar tu trapito en mi lavadora.
Durante las siguientes cinco noches Tarzán estuvo lavando su trapito sin parar y cuando Jane logró respirar dijo:
-Escuchá, Tarzán, los lavados de trapito no pueden ser tantos ni tan seguidos porque se puede romper la lavadora; deberás esperar dos o tres días para lavar tu trapito.
Al oír eso, Tarzán se quedó decepcionado y después de estar un mes sin acercarse a Jane, ésta, preocupada, le preguntó:
- Tarzán, ¿qué te pasa? ¿Por qué llevás un mes sin poner tu trapito en mi lavadora?
A lo que Tarzán respondió:
-¡Tarzán haber aprendido a lavar a mano!©