Perfecta para tus desayunos y postres
¿Buscas un deleite único para tus tostadas o un complemento perfecto para tus postres? ¡No busques más! Esta receta de mermelada de arándonos rojos (cranberries) es ideal para realzar cualquier desayuno o snack con su vibrante sabor agridulce. Perfecta para compartir durante las festividades o disfrutar en un día cualquiera, esta mermelada se inspira en las tradicionales salsas de cranberries que son el alma de Thanksgiving, pero con una textura mucho más untuosa y deliciosa.
Ingredientes:
- 500 gramos de arándanos rojos (frescos o congelados)
• 500 gramos de azúcar granulada
• 1 naranja pequeña (jugo recién exprimido)
• 1 vaso de agua
Instrucciones:
Preparación de las cranberries:
Comienza lavando y pesando 500 gramos de cranberries. Si usas cranberries congelados, asegúrate de descongelarlos y escurrir el exceso de líquido. Este paso es esencial para obtener una mermelada con textura ideal.
Cocción del preparado:
En una cazuela de fondo grueso y boca ancha, coloca las cranberries junto con el azúcar, el zumo de naranja y el vaso de agua. Lleva la mezcla a ebullición a fuego medio-bajo, permitiendo que se cocine durante 15-20 minutos (sin tapar la olla). Remueve constantemente para que no se pegue al fondo. A medida que cocines, verás cómo las bayas comienzan a deshacerse, y la mezcla adquiere un color rubí espectacular.
Ajuste de sabor:
¡Es momento de probar! Tómate un momento para degustar la mermelada. Si sientes que le falta dulzor, puedes añadir más azúcar; si está muy espesa, un poco más de agua hará la diferencia. Si decides agregar más ingredientes, recuerda cocer por al menos 3 minutos más para que todo se combine bien.
Proceso de gelificación:
Aumenta el fuego a medio-alto y vigila atentamente la mezcla. La mermelada deberá comenzar a hervir en burbujas grandes y espesas que recuerdan a pequeños volcanes. Esta es la señal de que has alcanzado el punto de gelificación y tu mermelada está lista.
Envasado y conservación:
Una vez alcanzada la textura deseada, retira la mermelada del fuego y vierte en frascos esterilizados. Cierra bien y, si lo deseas, puedes invertir los frascos para sellar al vacío.
Esta mermelada no solo es perfecta para untar en pan tostado, sino que también puede utilizarse como relleno para tartas, una salsa para acompañar carnes o incluso un aderezo para yogures. ¤