¡Triste realidad!
Un tipo llega a su casa y encuentra a su mujer haciendo el amor con un amigo. Saca la escopeta y lo mata. Enfurecida, la mujer le dice: “Seguí así, seguí así, que te vas a quedar sin amigos!”
Otra triste realidad
Una mujer le dice al marido: -Mi amor, tenés la panza como árbol de cementerio...
- ¿Por qué?
- Porque le da sombra a un muerto.
Más tristes realidades
Una mujer celosa le pregunta a su marido:
-¿Con cuántas mujeres has dormido?
Él responde: -Con vos nada más... ¡Con las otras no me daba sueño!
Terapia de grupo
Se presentan los participantes de una sesión de terapia de grupo:
- Me llamo Mario y soy dentista, porque me gusta que la gente tenga los dientes sanos.
- Me llamo Jorge y soy arquitecto, porque me gusta que la gente viva en casas bonitas.
- Me llamo María y soy lesbiana, porque me enloquece el sexo con mujeres.
El cuarto dice:
- Pues, yo soy Manolo, y hasta hace unos minutos estaba convencido de que era albañil... ¡pero acabo de descubrir que soy lesbiana!
Rapidísimo
Un borracho sube a un colectivo lleno de gente y de pronto grita: -¡Los de adelante son todos maricones, los de atrás son cagones, los que están al lado mío son idiotas y el que maneja es un pobre gil!
El chofer clava los frenos y todos los pasajeros se van impulsados hacia delante.
-A ver, borracho... ¿quiénes son los maricones, los cagones, y los idiotas, ¿eh?
Y el borracho le responde: -¡Y... ahora no sé, con la frenada se mezclaron todos!
Trabajo de equipo
Llega un señor a su casa y le dice a su mujer:
- Cariño, tengo un grave problema en la oficina.
Su mujer le responde dándole ánimo:
- No te preocupes. Nunca digas tengo un problema, decí: “tenemos” un problema.
- Muy bien... Entonces, ¡nuestra secretaria va a tener un hijo nuestro!
¡Cuidado!
Dos borrachos en un auto caen al precipicio y mueren. Camino al cielo uno le dice al otro:
- ¡Hermano!, ¿no viste el cartel?
- ¿Qué cartel, el de Fernet Branca?
- ¡Noooooo! Decía: “Frene, barranca”
Dificultad
Va un viejito a lo del médico, y le dice:
- Mire doctor, vengo a verle porque tengo un problema muy grave.
- A ver, cuénteme.
- Pues mire, para ponerle en antecedentes, hay que darle gracias a Dios de que con el primero no tengo problemas...
- Hombre, eso está muy bien, ¿cuántos años tiene usted?
- Ooochenta y siete, pero eso es lo de menos, porque los problemas empiezan con el segundo. Ay, el segundo es terrible, doctor, no sabe usted lo que me cuesta. Muchas veces, si no me ayuda mi mujer, no puedo...
- Bueno, bueno, no se queje usted tanto... ¡ya querría yo llegar al segundo cuando tenga sus años!
- Pero, doctor, si es que no se da usted cuenta de que eso no es lo peor. Lo peor es el tercero. Ese ya de ninguna manera, oiga, estoy ya tan cansado, que no puedo, ni aunque me ayude mi mujer... un desastre, doctor, dígame usted que voy hacer yo así, en estas condiciones...
- Pero bueno, señor... ¿qué diablos quiere usted, con 87 pirulos?
- ¿Qué quiero? ¡¡Pues llegar al tercer piso, caramba, que es donde vivo!! ©