LA ENTREVISTA DEL MES: Pablo Marchetti / Ingrid Beck. Revista Barcelona

Lady Dingrid y Cardenal Marchetti -Directores-“Con esto no se jode. ¿O sí?”

La Barcelona es una revista quincenal con formato de diario; lo que llama la atención de quien la ve por primera vez es el título principal, impreso a grandes letras y por lo general precedido por una volanta o seguido por un copete igual de disparatados. Y es una revista para reírse, entre otras cosas, de las noticias que nos amargan. Todo aquel que ha pasado ya demasiados años fuera del país, haría bien en considerarla como una de sus fuentes de información sobre la actualidad argentina, a pesar de que, como ellos mismos advierten en la tapa, “No toda la información aquí publicada ha sido debidamente chequeada”. Asumimos que la mayoría de los lectores en los Estados Unidos no la conocen, y por eso esta resumida presentación.

A veces la realidad misma da risa, no hace falta añadir ninguna ironía; el mérito de Barcelona es ridiculizar el lenguaje, la tendenciosidad, la “forma” en la que los principales medios de comunicación crean su agenda y en cómo presentan la “noticia”. A partir de allí es posible realizar dos lecturas: una, la estrictamente humorística; otra, la periodística. Porque a través del humor, Barcelona invita a pensar la información que el ciudadano recibe desde los prestigiosos diarios argentinos, y a plantearse cosas que de otra manera pasaría por alto. El título “Afirman que el boom de noticias sobre la violencia en las escuelas públicas no tendría ‘nada que ver’ con el boom de los avisos de escuelas privadas en los diarios” es sublime no por lo gracioso, sino precisamente porque desde la ironía se cuestiona uno de los tantos “tongos” que los medios de prensa hacen pasar por información relevante y de actualidad. Sin embargo, la revista no se conforma con desplumar la hipocresía de los medios: títulos como “Tiembla la derecha: Ahora dicen que el oficialismo gana en primera vuelta porque al pueblo le importan más los derechos humanos que el precio del tomate” son siempre una invitación al debate sobre los valores que todos sostenemos como sociedad.
Si algo diferencia a la Barcelona de otras publicaciones similares (en Los Angeles tenemos The Onion, de distribución gratuita) es que “los culés” estiran los límites de lo que se cree aceptable hasta que uno se pregunta ¿Cómo es que no los matan por esto? De hecho, se ha vuelto un clásico el “yo siempre los he bancado a morir, pero en esto me parece que se fueron al carajo...” que de vez en cuando larga algún lector indignado porque “con eso -holocausto, religión, incesto, la cuestión racial, discapacitados...- no se jode”.

Expliquen cuál es la relación del nombre de la revista con la ciudad española y cuál es la “solución europea” que propone Barcelona “para los problemas de los argentinos”
PM: El nombre surgió a mediados de 2001, cuando empezamos a pensar en sacar la revista. En ese momento muchos argentinos pensaban (pensábamos) en irnos del país, porque aquí había una crisis muy profunda. La sensación era que la solución para jóvenes profesionales argentinos sin trabajo no estaba en la Argentina. En esa época había largas colas frente a los consulados de España e Italia para obtener el pasaporte de esos países, pues hay muchos argentinos nietos o bisnietos de inmigrantes. Para obtener un turno en el consulado había que hacer fila toda la noche y hasta había surgido una nueva changa: el “colista”, alguien que por una pequeña suma de dinero se quedaba toda la noche haciendo la cola por vos. Dentro de esa Europa soñada, Barcelona aparecía como el lugar ideal: por un lado es España, pero por otro es la ciudad más cool y más europea de España. Además, es una gran ciudad, como Buenos Aires. Y encima es una de las grandes capitales europeas del diseño, el jazz, la literatura… en fin, daba la impresión de que Buenos Aires te expulsaba y, en cambio, Barcelona te recibía con los brazos abiertos. Estuve en Barcelona en julio de 2001 y la sensación era que yo era un bicho raro porque me volvía a Buenos Aires. En esa época, los argentinos se quedaban en Barcelona. Así fue que surgió el nombre y lo de la “solución europea para los problemas de los argentinos” que, evidentemente, es una parodia de la “solución argentina para los problemas de los argentinos”, que propone Clarín.
IB: Algunos de nosotros ni siquiera teníamos posibilidades de soñar con irnos: falta de dinero y básicamente, falta de pasaporte europeo o de cualquier país del Primer Mundo nos impedían pensar en la Meca española. Así que decidimos armar nuestra propia Barcelona en Buenos Aires.

Nerón Vuelve
“El Plan secreto para Prender Fuego la Ciudad y Llenar de Humo el Campo”



Cuéntennos cómo es el formato de Barcelona, para aquellos que por aquí nunca la vieron.
PM: Formalmente, Barcelona es un diario. Tiene 24 páginas, tabloide, dos colores (blanco y negro más un color que varía entre los primarios de impresión: amarillo, cian y magenta) y papel de diario. Está dividida en las mismas secciones que un diario: nacional, internacional, sociedad, espectáculos y deportes. Y las notas tienen volanta, título y copete, como mandan los principios básicos del periodismo gráfico.
IB: El formato de diario, además de ser barato, es una elección estética y periodística. De hecho, siempre fantaseamos con hacer un diario, entendido como un medio gráfico que sale todos los días.
¿Barcelona se maneja con una línea editorial al estilo de cualquier otro diario o revista?
PM: Sí, claro, por supuesto, todo medio tiene una línea editorial...
¿Cuál es esa línea?
PM: Se me hace difícil definir esta línea en términos ideológicos, porque somos gente más de la práctica que de la teoría. Lo que sí tenemos claro es que nos manejamos con la agenda periodística de los diarios. No nos interesa lo que propone la televisión, que en general es autorreferencial y se centra en determinados aspectos del mundo del espectáculo. Y jamás decimos “este tema no vamos a tocarlo” por el solo hecho de que no se nos ocurre nada que decir. Priorizamos esa agenda periodística por sobre lo que nosotros tenemos que decir al respecto.
Ahora que lo pienso, la mayoría de ustedes debe conocer muy bien no sólo el oficio periodístico, sino también los manejos de los grandes medios en cuestión, ya que tengo entendido que han trabajado en ellos ¿no es así?
PM: Claro, nosotros somos todos periodistas de la prensa escrita. Tenemos mucho oficio y mucha experiencia en el medio. También trabajamos mucho juntos, primero en una semanario cultural muy importante en la Argentina en los años 90, que se llamaba La Maga. Y luego en una revista de rock, llamada La García.
¿Se puede definir el estilo de la revista como de “parodia de los grandes medios de comunicación de la Argentina”?
PM: Sí, Barcelona es una sátira periodística, sin dudas. No una sátira política, sino periodística. Hablamos de política, claro está, pero siempre a través de la mirada de un medio “serio”. Y utilizo la palabra “serio” aunque no me gusta nada, justamente porque creo que uno de los debates que se propone Barcelona es discutir eso: OK, estamos de acuerdo, Barcelona no es un medio serio, pero, ¿qué medio es un medio serio respecto de la poca seriedad que tiene Barcelona?


“Los demócratas exigen a Bush que no diga “terroristas” sino “personas con alta capacidad para atentar” y que reemplace “Irak” por “país hecho polvo”


Ya que hablamos de parodia, definan los aspectos más “parodiables” de algunos de esos medios (mientras les pregunto esto pienso en los títulos de Ámbito Financiero”, por ejemplo...)
PM: ¡Ámbito Financiero es vanguardia total! Aunque creo que no es lo mismo ahora, sin Julio Ramos. Pero Ámbito, como Crónica desde el otro extremo del espectro social, está en los márgenes. A nosotros nos interesa más Clarín, que es el canon periodístico argentino.
IB: Creo que con Clarín la competencia es cada vez más difícil. Nos plantea desafíos permanentemente, cosa que otros medios no hacen. No sé si porque van a la retaguardia de Clarín o porque tienen correctores de estilo o alguna intención (pequeña) de informar alguna cosa.
PM: Sí, Clarín es muy gracioso, con sus constantes desafíos a las leyes del periodismo en particular y del idioma en general. Sabemos que hay gente a la que le gusta leer Barcelona en grupo, con amigos. Bueno, a nosotros nos pasa exactamente lo mismo, pero con Clarín.
Y todo esto lo hacen utilizando el mismo lenguaje periodístico, los mismos lugares comunes y simplificaciones con los que se expresan los medios...
PM: ¡Claro! Por eso decimos que no hacemos una revista de humor. En todo caso el periodismo argentino es un periodismo de humor…
IB: De hecho, nuestro lenguaje es mucho más cuidado que el de muchos medios gráficos de gran tirada. Nosotros trabajamos con la ficción, sí, pero cuidamos que la noticia esté al principio, que los textos estén bien escritos, que la volanta sea independiente del título y que los nombres y los datos reales estén chequeados y correctos. Eso es mucho más serio que el periodismo gráfico en general.
El diseño por demás frugal y a sólo dos colores, las fotos obscenamente truchas... ¿son el resultado de una estética en particular o de la simple escasez de recursos económicos? ¿O de ambas cosas, quizás?
PM: Ambas, por supuesto. Nosotros queremos que cada cosa que publicamos, cada detalle, exprese una idea. Y, por lo tanto, que tenga una estética. Para eso no sólo contábamos (y seguimos contando) con pocos recursos, sino que además queríamos hacer algo barato, como para que el precio de tapa no fuera un impedimento para que la gente la compre.
IB: Además, una de las primeras decisiones que tomamos al hacer Barcelona fue que fuera un medio que no necesitara de la publicidad para sobrevivir. Entonces, naturalmente, tiene que ser barato, tanto para nosotros que la hacemos, como para los que la compran.


“Ahora las FARC se ofrecen para mediar entre el Gobierno y los secuestradores de Julio López”


Se me ocurre que el lector de Barcelona debe estar al menos “formalmente informado” en temas de actualidad para poder entender la ironía en la mayoría de las notas relacionadas con la política, ¿no?
PM: Ese es un tema que nos sorprendió mucho. Porque siempre supusimos que era así como vos decís, que la gente tenía que leer por lo menos un diario para leer Barcelona. Pero después nos enteramos de que hay gente que no lee nada y no ve noticieros, pero que se informa por Barcelona, porque decodifica cuál es la información real de la noticia que publicamos, y qué el relato desquiciado que armamos alrededor de esa información. No quiero con esto incitar a que la gente se informe sólo con Barcelona… ¡por favor no hagan esto en sus casas! Pero que pasa, pasa.
IB: Y, la verdad, nos gusta.
¿Cómo es el proceso de selección de la nota de tapa, que casi siempre es un tema de actualidad?
PM: Es un proceso absolutamente colectivo, como el de todo el núcleo de la revista. Nosotros nos juntamos durante una semana para pensar y discutir estas cosas: tapa y contratapa, fundamentalmente. Además, mandamos ideas de notas y le vamos buscando la forma en que esas notas saldrán editadas, la ilustración, las infografías, los cuadros, etc. Pero el de la tapa es siempre un proceso colectivo, en el que participamos todos y que, milagrosamente, siempre sale por consenso. Cada vez que alguien dice “che, esto no me gusta”, descartamos esa idea. Discutimos mucho, pero siempre llegamos a un acuerdo sincero, sin necesidad de votar por dos o más opciones distintas.
Más allá de todos los demás esfuerzos por cuestionar los vicios del poder desde el humor ¿Cómo evalúan la influencia o repercusión que tiene Barcelona en este aspecto?
PM: No tenemos ni idea. Sabemos que la revista les gusta mucho a los periodistas. O a algunos periodistas, que por ahí piensan cosas que nosotros publicamos pero que no pueden creer que eso aparezca impreso. Pero la verdad no nos gusta pensar en la influencia de Barcelona. La verdad, me da un poco de pudor y creo que es una tarea que le corresponde a gente ajena a la revista.
IB: Por supuesto que no sabemos nada. Nuestro departamento de brandmarketing y focus group no funciona como debería. Tenemos que hacer unos ajustes ahí...
De entre la larga lista que uno supone debe existir ¿Cuáles fueron las notas que causaron más “indignación”?
PM: Muchas. Afortunadamente fueron pocas las que llegaron a una instancia judicial y ninguna de estas causas prosperó. La gente de la Iglesia Católica se indignó mucho y en San Luis el obispo habló de nosotros. También algunos grupos sionistas, los padres de víctimas de Cromañón, padres de chicos con síndrome de Down… Un chiste interno (y que ya es una broma hasta para los lectores) es el de la gente que escribe diciendo: “Compraba siempre la revista pero con … (poner aquí el tema que uno quiera) se fueron al carajo y no los compro más”. Nos escribió gente indignada por lo que dijimos de San Martín, de la Virgen María, de Evita, de Perón… Ah, y en una época publicábamos una sección titulada: “Con eso no se jode”. Y ahí estaban los desaparecidos, el Holocausto, los defectos físicos, las Madres de Plaza de Mayo, etc.
¿Por qué parece ser que causa más indignación en la sociedad que se joda con un determinado tema sensible (como el de los discapacitados o los enfermos terminales, por ejemplo), que el silencio, el desinterés, o las políticas discriminatorias al respecto?
PM: No tenemos idea. En el último número publicamos un informe que intentaba develar “Por qué la gente se conmueve más con un cachorrito regordete que con un chico desnutrido”. Pero en realidad no encontramos muchas respuestas a esa pregunta.
IB: Se ve que el Instituto Nacional contra la Discriminación (INADI) no es tan efectivo como debería.
“Límites” quizás sea la palabra más común en el correo de lectores, sobre todo después de alguna tapa jodida como aquella de “Cada vez más mogólicas se dejarían violar...” ¿Cómo evalúan los límites sobre lo que se puede publicar y lo que resultaría demasiado pesado hasta para los estándares de Barcelona?
IB: Tiene que ver con esto de lo que hablábamos al principio: tenemos límites morales e ideológicos, por supuesto. No tenemos límites en relación con los temas que tocamos. Lo fundamental, siempre, y lo que discutimos hasta que llegamos a un acuerdo no es cuál es el límite sino qué queremos decir.
PM: Es que nosotros no es que pensamos “che, vamos a hacer una tapa zarpada, pongámoslo al Papa con un plumero en el orto”. En esas reuniones de tapa de las que te hablaba (que, dicho sea de paso, pueden comenzar hablando de la tapa y terminar en una noticia de cinco líneas, pero que nos dio para colgarnos… o viceversa, de una noticia mínima sacar una tapa) lo que nos preguntamos constantemente es “¿qué estamos diciendo con esto?” En el caso de la tapa a la que hacés referencia (y que nos trajo muchos problemas con las asociaciones de personas con síndrome de Down), la palabra que estaba en tipografía más grande era ABORTO. Porque el tema era el aborto. Resulta que había dos chicas mogólicas violadas a las que no permitían abortar, a pesar de que la Constitución dice que se puede; sólo en esos casos, pero se puede. Era una situación tan brutal y era tan obvio que había que hablar de aborto que nosotros hablamos de aborto… y, por supuesto, de una manera brutal. Pero no, esas asociaciones (y las entidades estatales que se ocupan del tema) prefirieron agarrársela con nosotros por una cuestión formal que ir por una cuestión de fondo contra los jueces que les cagaron la vida a las pobres chicas. En fin…
IB: Suelen preguntarnos mucho acerca de cuáles son nuestros “límites”, como si no los tuviéramos, en el sentido moral. Cualquiera que lea la revista se da cuenta de que no tenemos ningún límite en relación con los temas que se tocan, pero sí en relación con lo que queremos decir sobre ese tema.
Sugiérannos un título para publicar en el próximo número de nuestra revista
IB: ¿Cuántos dólares hay para regalar un título? Nosotros, por dinero, hacemos cualquier cosa. Gratis, nada... ©

Save

  thegauchos

Perfiles Nuestra Gente

De Nuestra Comunidad

Recetas

El Trago del Mes

Salud

Deportes

Fauna

error

sopa

Leyendas

Hojea La Revista

Grandes músicos

  • Norberto “Pappo” Napolitano

    Norberto “Pappo” Napolitano

    Un tano con Gibson negra y ruedas de metal

  • Gustavo Cerati

    Grandes músicos argentinos: Gustavo Cerati

    Uno de los músicos más adorados por las nuevas generaciones de latinoamericanos, Gustavo Adrián Cerati Clark lideró entre 1982 y 1997 la banda de rock Soda Stereo, considerada por muchos como la más influyente a nivel mundial del rock cantado en español.

suple

generac-home-standby-generator-banners

Perdidos en el tiempo

Historias Gauchas

Turismo

Recorriendo California

Acerca de Nosotros

logo

El Suplemento es el principal medio argentino del Sur de California. Fundado en el año 2000, es una revista de distribución gratuita en todos los locales argentinos, con una tirada aproximada de 10.000 copias. Cubre la comunidad argentina local e información de utilidad para los compatriotas en el exterior.

Connect with us

Welcome to El Suplemento Magazine

Phone: (818) 590-8407

Email: director@elsuplemento.com

Website: www.elsuplemento.com

Address: P.O.Box 570123
Tarzana, CA 91357-0123

Nuestras Redes Sociales

Facebook

instagram

Twitter linkedin