La Literatura Gauchesca • El Martín Fierro • Nota Nº 14

Molina CamposCuando se comienza a leer o a releer el Martín Fierro de José Hernández, se penetra en un territorio de magia contenido en un glorioso pasado. ("Daban entonces las armas/ pa defender los cantones,/ que eran lanzas y latones/ con ataduras de tiento.../ Las de juego no las cuento/ porque no había municiones").
Como sostiene Jorge Luis Borges, la acción de Ayacucho, con los patriotas dirigidos por el Mariscal Sucre, termina con la dominación española en América.
Pero cincuenta años después, en la Provincia de Buenos Aires, no había la conquista tocado a su fin. Al mando de Catriel, de Pincén o de Namuncurá, los indios desbastaban las estancias y más allá de Junín y de Azul, una línea de fortines marcaba la precaria frontera y trataba de contener a los indios.
El ejército se rebajaba a una función penal. Los enganchados en la tropa eran o malhechores o gauchos arbitrariamente arriados por las partidas policiales. ("Cantando estaba una vez / en una gran diversión,/ y aprovechó la ocasión/ como quiso el Juez de Paz.../ Se presentó y ahí no más/ hizo una arriada en montón" . "Juyeron los más matreros/ y lograron escapar,/ yo no quise disparar,/ soy manso y no había porqué/ muy tranquilo me quedé,/ y ansí me dejé agarrar").
Este régimen ilegal, al decir de Leopoldo Lugones, no tenía un término fijo, y Hernández escribió el Martín Fierro para denunciar ese régimen.
El protagonista, al principio, es un gaucho cualquiera; después llega a ser el individuo Martín Fierro que conocemos íntimamente.
Hernández no jugó a ser un gaucho para divertir o para divertirse; en la primera estrofa ya es naturalmente un gaucho. Pondera enseguida su facilidad de cantor : "Cantando me he de morir,/ cantando me han de enterrar,/ y cantando he de llegar/ al pie del Eterno Padre;/ dende el vientre de mi madre/ vine a este mundo a cantar".
Martín Fierro es arrastrado por una leva, donde empiezan sus desgracias y elegíacamente rememora su antigua felicidad. (" Tuve en mi pago en un tiempo/ hijos, hacienda y mujer/ pero empecé a padecer,/ me echaron a la frontera,/ ¡ y que iba hallar al volver ! / tan solo hallé la tapera").
Habría una contraposición entre la vida en las estancias en el tiempo de Rosas, con el desmedro y desolación de la época en que José Hernández escribe el Martín Fierro.
Este así lo describirá: "Venía la carne con cuero,/ la sabrosa carbonada,/ mazamorra bien pisada,/ los pasteles y el güen vino,/ pero ha querido el destino/ que todo aquello acabara".
Mandaron a Fierro a la frontera, donde conoció rigores y arbitrariedades, picardías de los pagadores y de los jefes, ineptitud de los enganchados italianos, pagos tardíos, castigos corporales, los azotes y el cepo colombiano. (1)
Pasan tres años y un día empiezan a pagar a la tropa, pero no a Fierro, porque su nombre no figura en la lista. Comprende que nada puede esperar y resuelve huir del fortín. Para desertar aprovecha una francachela del jefe y del Juez de Paz. ("Volví al cabo de tres años/ de tanto sufrir al ñudo,/ desertor, pobre y desnudo/ a procurar suerte nueva,/ y lo mesmo que el peludo/ enderecé pa mi cueva". "No hallé ni rastro del rancho/ ¡Sólo estaba la tapera!/ Por Cristo si aquello era/ pa enlutar el corazón/ ¡Yo juré en esa ocasión/ser más malo que una fiera".)
Su mujer se ha ido con otro, los hijos se habrán conchabado de peones.
Fierro no ha sabido de ellos durante largos años; los ha perdido, tal vez para siempre, en la incomunicación de la pobreza desvalida y analfabeta. Entonces resuelve ser un matrero, mejor dicho, el destino lo ha resuelto por él.
Uno de los críticos menos benévolos de José Hernández y de su obra, Carlos Octavio Bunge, jurisconsulto de nota además de literato, supo ver y destacar algunos aspectos del Martín Fierro: “Los mas típicos personajes del mester de gauchería son siempre gauchos malos en lucha contra las autoridades y la sociedad, tales como Martín Fierro, Juan Moreira, Pastor Luna, Juan Cuello y demás. El mismo Santos Vega se nos presenta así en la novela de Eduardo Gutiérrez y en el teatro popular. Recuerdan a los tradicionales facinerosos de Sierra Morena, como Diego Corrientes y los niños de Ecija. Sin embargo, son tan diversos el bandido andaluz y el "gaucho malo", que pueden considerarse tipos opuestos en su esencia y psicología, ya que no en sus dichos y modales. Aquél, roba siempre y rara vez mata, éste mata siempre y rara vez roba. Aquél, es burla y codicia, héroe cómico antes que trágico, éste gravedad y desinterés, héroe trágico antes que cómico. Aquél representa el crimen en la impunidad, éste la honradez en la desgracia. El uno es un pícaro con formas de caballero, el otro, un caballero con formas de pícaro. Por esto, la literatura del gaucho no resulta nunca en su tono y espíritu, literatura picaresca, antes bien fundamentalmente caballeresca. En rigor, la literatura de poncho y facón no es más que una manera rústica de la literatura de capa y espada.

(1) Cepo colombiano (Francisco I. Castro) Para suplir el cepo común que solía faltar en los campamentos, se ataban fuertemente las manos del reo por las muñecas, estando éste sentado en el suelo con las rodillas recogidas. Se le pasaban los brazos por fuera de ellas, y se colocaba un palo o fusil debajo de las rodillas y por encima de los brazos.

  thegauchos

Perfiles Nuestra Gente

De Nuestra Comunidad

Recetas

El Trago del Mes

Salud

Deportes

Fauna

error

sopa

Leyendas

Hojea La Revista

Grandes músicos

  • Norberto “Pappo” Napolitano

    Norberto “Pappo” Napolitano

    Un tano con Gibson negra y ruedas de metal

  • Gustavo Cerati

    Grandes músicos argentinos: Gustavo Cerati

    Uno de los músicos más adorados por las nuevas generaciones de latinoamericanos, Gustavo Adrián Cerati Clark lideró entre 1982 y 1997 la banda de rock Soda Stereo, considerada por muchos como la más influyente a nivel mundial del rock cantado en español.

suple

generac-home-standby-generator-banners

Perdidos en el tiempo

Historias Gauchas

Turismo

Recorriendo California

Acerca de Nosotros

logo

El Suplemento es el principal medio argentino del Sur de California. Fundado en el año 2000, es una revista de distribución gratuita en todos los locales argentinos, con una tirada aproximada de 10.000 copias. Cubre la comunidad argentina local e información de utilidad para los compatriotas en el exterior.

Connect with us

Welcome to El Suplemento Magazine

Phone: (818) 590-8407

Email: director@elsuplemento.com

Website: www.elsuplemento.com

Address: P.O.Box 570123
Tarzana, CA 91357-0123

Nuestras Redes Sociales

Facebook

instagram

Twitter linkedin