Cartas y cartas • Agosto 2006

Lector agradecido con el desagradecido… o viceversa
Estimado Sr. Director: Después de leer la carta que envió en el último número el Sr. Khalil, me preguntaba del porqué su revista se sintió tan molesta y tocada con la misma, al punto de contestarle impropiamente y tildándolo de "lector desagradecido".
No dejó muy en claro este señor si es argentino o no, ya que se expresa en términos de: “los argentinos” o “ellos”; como sea, creo que lo que manifiesta durante los años que dice haber estado allí se percibe como sincero. Es lo que vio, sintió y ahora desde aquí lo está denunciando de la misma manera que lo hace también su revista, mes tras mes, a través de los comentarios y artículos sobre la situación general en la Argentina. Por tanto, no entiendo por qué necesariamente debería desmentir, minimizar, disimular o sólo contar "cosas positivas" tal como su redactor, parece ser, lo conmina a hacer so pretexto de considerarlo un desagradecido.
Aunque el Sr. Khalil no sea argentino, es obvio que algún interés dejó o lo une allí, por tal su carta, y estimo que tiene todo el derecho del mundo a criticar y/o denunciar lo que dice sin necesidad de "entibiar" sus comentarios con cosas positivas para ser considerado ante el resto de "agradecido" El ejemplo que le lanzan sobre nuestras escuelas rurales, más la abnegación de nuestros maestros comparado al poco altruismo de sus pares norteamericanos para resaltar nuestras cosas positivas, sería como tratar de recordarle a alguien que censurase a nuestros tristes y célebres gobiernos de facto de otrora, que a pesar de sus desastres durante el poder también hicieron cosas buenas, como obras viales, de infraestructura, ingeniería, etc. Pienso que las denuncias negativas del Sr. Khalil sobre los grandes males que azotan a nuestro país paradójicamente son constructivas y loables y es más válido criticar al país que se deja, que criticar en demasía en el que se está viviendo, como muchos aquí suelen hacerlo. En cambio, considero que su revista SI debe de publicar también cosas positivas, ¿sino, quién la leería? Más no así este señor... La "otra Argentina" que ustedes pretenden imponerle no es la que el vio y no creo que esté obligado a alabarla para no ser considerado un desagradecido.
Ricardo Salazar
Cerritos, CA
N. de la R: Al no quedar clara nuestra posición con respecto a la carta del Sr. Khalil, trataremos de explicar nuestra postura. Nosotros no pretendemos “imponerle otra Argentina” a nadie; es la que es. Tenemos una mirada crítica hacia lo que nos parece que anda mal y tratamos de no olvidarnos de ponderar lo bueno. Pero no porque, como dice usted, no nos vaya a leer nadie, sino porque es lo justo. Con respecto a lo político, institucional, policial, judicial o estructural de nuestro país, muchos coincidimos en que hace años que Argentina va para atrás y que es un desquicio. A lo que nos oponemos, Sr. Khalil y Sr. Salazar, es a decir que todos los argentinos son esto o aquello. O sea, nos oponemos a la generalización, porque de la generalización se pasa a la discriminación. Es como decir que todos los árabes son terroristas suicidas, por poner un ejemplo. Lo de los maestros rurales nos pareció el ejemplo más acabado de la injusticia de enlodar a todos los argentinos con los males de unos pocos.

¡No se enoje, Pérez! (mayo 2006; Pág.65)
Aunque no le llego a Capablanca ni al tobillo, me gusta tratar de resolver problemas de ajedrez. En este caso, traté varias veces -con resultado negativo- antes de finalmente ver que la solución, en vez de 4, requería 6 movimientos... !&%?!! Aparte de esto, gracias por mantenernos al día con las cosas nuestras.
Ariel Pérez
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N. de la R.: Pedimos disculpas, es que de ajedrez no sabemos nada.

Amigos argentinos
Desearía saber si en la ciudad de Downey existe algún club o asociación en donde uno pueda reunirse con nuestros paisanos y tener nuevas amistades. Debo aclarar que soy ciudadano español, pero que después de haber vivido 49 años en Buenos Aires considero a Argentina como mi segunda patria, a la cual amo. Mi corazón y mi pensamiento están allá, en mi Argentina. Desde ya muchas gracias.
Vicente Cristóbal
Downey, CA
N. de la R.: No conocemos ningún sitio en Downey, pero seguramente algún lector lo confirmará en el próximo correo de lectores.

Indio Viejo pregunta
Señor Pablo Garriga: Me dirijo a Ud. para felicitarlos y agradecerles nos enseñen cosas que en la escuela no nos mostraron, acaso ocultando la verdad. Antes de continuar quiero que Ud. sepa quién es la persona que los admira y felicita. Soy hijo de inmigrantes: mi padre es de Paraguay, hijo de españoles, y mi madre hija de italianos. Yo soy nativo argentino de flecha y lanza y llevo sobre mis espaldas casi un centenar de inviernos. Al día de hoy me mantengo tranquilo, eso que ya estoy más cerca del arpa que de la guitarra. Tampoco me preocupa la distancia que me separa del otoño de mi esperanza. Soy casado, tengo una esposa que vale oro, una hija amorosa que Dios me la conserva pues es mi lazarillo, mi sostén. Tengo la cinta azul de la felicidad. Soy ateo político en religión, de fútbol no soy fanático, no conozco la envidia ¡Gracias a Dios!... Completé sólo mis estudios primarios, y estoy aquí lejos de esa querida infancia, de mi patria tan querida donde quedaron tantos recuerdos, y también algo de mi ignorancia. Le confirmo que acepto cualquier clase crítica a lo que llama ignorancia. Leyendo varios de los comentarios en la revista, me entero de cosas y casos, y así es que pensé en recurrir a Uds. Tengo cientos de recuerdos inolvidables de esa infancia, donde conocí personajes, maestros, médicos, comerciantes, deportistas orgullo del pueblo. También allí quedaron mis seres más queridos. Más hoy que vivo en este gran país, donde sin dejar de ser pobre, puedo darle libertad a mis sueños. Vivir sin pensar que por unos pesos o un par de zapatillas perder la vida. Gracias a Dios. Espero que antes de que mi padre celestial ponga un arpa en mis manos, pueda salir de las dudas: ¿Cómo y cuándo empezó la separación de la República Oriental del Uruguay de la Argentina? Otra pregunta: ¿Cuál es la nacionalidad de Carlitos Gardel? Otra: ¿Quién ensucia el Río de la Plata y luego el Paraná? ¿No es Brasil? Yo creo que el agua viene de arriba ¿no?
Si Uds. lo saben, díganme cuál es la verdad. Gracias.
Guaycurú Cue (Indio Viejo)
Santa Ana, CA
N. de la R.: No deje de leernos en cualquier momento se encontrará con las respuestas.

De fútbol y otras yerbas
Sr Director: Con respecto a las notas sobre el Mundial (El Suplemento # 76), lo único positivo es que parece que comienzan a soplar nuevos aires. Por primera vez en casi treinta años, no llegaron a la final los sempiternos candidatos de Don Joao: Alemania y/o Brasil. Es evidente que el presidente vitalicio de la FIFA ya no controla férreamente el negocio. Que algunos empresarios se adueñaran del fútbol ya es malo, pero que “seudo-empresarios” sin escrúpulos digitaran resultados a través de árbitros corruptos, fue lo peor. A partir de las denuncias y el accionar de una justicia independiente se está limpiando el fútbol en Alemania e Italia, y ojalá en Argentina suceda lo mismo. Cualquier similitud entre Silvio Berlusconi y Mauricio Macri no es pura coincidencia. No sólo como dice el Sr. Kaderabek en su nota de El Suplemento # 75, los arbitrajes de jueces como Pesota son impresentables, sino que además los arreglos entre gallos y medianoche hacen del campeonato local un bodrio cada domingo, con un final más soporífero y previsible que novelón Hollywoodense. Como no hay una competencia real, los jugadores a lo único que aspiran es a irse a Europa para salvarse. No sé si el Sr. Macaya es chupamedia, respetable o respetuoso, pero pertenece al staff de periodistas de TyC., que casi cada domingo transmite los partidos del aburridísimo Boca y la correspondiente entrevista al Sr. Macri que nos ilumina con una cátedra del ejecutivo eficiente. Si su modestia no se lo permite, ahí están los Titi Fernández, para decir barbaridades tales como que Boca tiene el mejor consultorio médico de Sudamérica (habrá habido un campeonato de consultorios y Don Macri se apunta otra estrella). Ojalá al fútbol lo dirijan dirigentes de fútbol y no lo manipulen más cadenas y canales de TV, fábricas de indumentaria deportiva o politiqueros trasnochados.Estoy orgulloso de nuestra Selección, y si para la brujita Verón esto fue un fracaso, ¿cómo definiría él el papel de la Selección en el 2002? Por otra parte, deseo que Maradona no sea el técnico de la selección, ya que si bien en su momento fue el mejor jugador del mundo, lo demás de él es lamentable. Recordemos que antes del Mundial ya estaba haciendo planes con Grondona augurando el fracaso argentino y pronosticando que Brasil ganaría el mundial caminando y sin arquero. Ya fue técnico y demostró con resultados sus condiciones. Hasta la próxima.
Edgar C.
Yorba Linda
N. de la R.: Tranquilícese, Mr C. Ya para este entonces debe saber que el nuevo técnico de la Selección es el Coco Basile y no Maradona.

Ladero de Pringles
Sr. Director de El Suplemento: He tenido la oportunidad de leer el magnífico artículo escrito por Alberto R. Pringles, “Cómo comprar una casa en Argentina y sin inconvenientes” y de acuerdo al autor, usted se ha negado a publicarlo en El Suplemento en la forma que estaba escrito y ha pretendido cortar gran parte del mismo, a lo que Pringles no aceptó tal censura así establecida.
Difícilmente se encuentre en California un argentino más capaz que Pringles para escribir sobre esto, dado que lo hace frecuentemente en varios medios. Tal artículo es excelente y ya ha sido publicado en muchísimos medios y leído por muchos millares de argentinos en los Estados Unidos, en América Latina y también en Europa. Sólo narra sus diversas gestiones y sinsabores en Argentina al comprarse una propiedad y enfrentar allí la enorme burocracia y falta de conocimientos en cuanto a compradores argentinos que viven en el extranjero. Es un manual de enorme utilidad para nuestra comunidad argentina para evitar cometer errores que en gran parte por ignorancia cometemos los argentinos. Y digo “cometemos” porque yo mismo, estando en el proceso de comprar también allí una propiedad, me estaba arriesgando a procederes inseguros que me podían causar muchos perjuicios legales como así el perder mucho dinero.
Pringles no está ofreciendo un servicio, escribió dicho artículo sólo para ser útil a nuestra comunidad. Es lamentable que usted dedique mucho espacio para criticar, desde su visión ultra izquierdista, al gobierno de la Nación o para hablar de cosas insignificantes en vez de dar cabida a algo útil como lo que escribe Pringles. O lo dedique sólo para sacarse fotos a fin de años junto a los comerciantes que ponen un aviso en El Suplemento y ello sirva para autonombrarse: “Los Argentinos distinguidos del año”. Si esta nota sobrepasa la censura previa de El Suplemento, a la que pareciera estar inclinado a utilizar, por mi intermedio podrán los argentinos pedir una copia del artículo mencionado para el caso que planeen comprar una propiedad en Argentina.
Nota: queda pendiente copia de esta nota al Consulado Argentino y comerciantes argentinos de Los Angeles.
Pablo Segat
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N. del R: Pablo Segat; como ya le dijera nuestro editor al plantearle usted el asunto durante el show de un artista argentino, antes de opinar tan airadamente de cualquier asunto hay que escuchar las dos campanas. Como quedó expuesto en aquella oportunidad, usted no quiso escuchar la nuestra, y arregló todo tildándonos enseguida de anti peronistas. En aquella oportunidad le dijimos que nuestra ideología no era anti peronista sino anti corrupción y que eso parece quedar claro al leer nuestra revista. Si se toma el trabajo de hacerlo, comprenderá que nuestros redactores tienen notables diferencias en su forma de pensar y eso se evidencia en las distintas notas. Ahora nos tilda como ultra izquierdistas, por lo que seguramente habremos propulsado la reforma agraria en Estados Unidos, la abolición de la propiedad privada y el control proletario del gobierno sin darnos cuenta. La nota a la que usted alude iba a ser publicada porque nos pareció interesante el tema; lo único que le íbamos a sacar era el párrafo final, en la que Pringles se auto-alababa detallando su valiosa participación en la comunidad argentina, tema que no era inherente a la nota en sí, sino más bien una especie de publicidad personal. Imagínese lo que sería El Suplemento si cada uno de sus redactores terminara sus notas con una reseña de sus valiosas carreras profesionales o aportes personales a la comunidad. Por otro lado, lo más importante es que Pringles no forma parte del staff de nuestra revista; la nota no le fue asignada, sino que él la mandó a nuestra redacción como lo hacen decenas de personas cada mes. Como toda publicación, nosotros tenemos algunas normas que deben ser respetadas por los colaboradores; él está en su derecho a no aceptarlas y nosotros a no publicar las notas que no asignamos y que no se atienen a ciertas condiciones básicas como la que acabamos de nombrar. A esto usted le llama censura; nosotros lineamiento editorial. Y al publicar su carta, le ahorramos el trabajo de enviar copias de su queja al Consulado y a los comercios argentinos.

El odio de Khalil
Cada día me asombra más la postura de cierta gente, ¿y ese Khalil de dónde salió? ¿Y por qué tanto odio hacia la Argentina? Reconozco que nuestro país esta atravesando momentos difíciles pero, ¡pará Khalil no exageres!, te pasaste 13 años mirando cómo Argentina se venía abajo, ¿Por qué no te tomaste el buque antes? Yo se por qué, porque te gustaba ¿eh? Y ahora que vivís en Estados Unidos te creés que estás mejor, lo dudo. En fin, lo mejor que sucedió es que te fuiste. No sé de dónde sos, pero sé que no sos argentino; contame un poquito de tu país real...
Gabriel García,
Orange. Ø