Editorial • Septiembre 2002

En Argentina secuestran y matan aunque hayan pagado el rescate demandado, desde empresarios hasta chicos de escuela. La falta total de valores descendió desde la clase dirigente hasta los delincuentes comunes que, años atrás, todavía respetaban ciertos códigos del hampa. La codicia, la impunidad y un sistema cruel de libre mercado han deshumanizado a nuestro pueblo.

En la carrera presidencial se anotan resucitados como Cavallo, quien hace pocos meses fue el responsable intelectual de la mayor debacle económica de la historia, y que ahora habla como si nada hubiera pasado. O “el Turco” que se rodea de matones anti-escrache y que a su vez provocan escraches a otros políticos. A Menem le sobra picardía y le falta ética. Ahora promete “tele-trabajo” (¿?). Si él gana, los argentinos podrán ganar mucho dinero trabajando cómodamente en su casa. Todos a votarlo ¿Alguna vez no cumplió sus promesas?

En Estados Unidos rogamos para que la economía no empeore porque hay peligro de que el vaquero tejano empiece una guerra en octubre, siempre un mes antes de las elecciones, como Reagan y Bush Sr. (recuerden Panamá y Grenada, dos “guerras” vergonzosas por bajos motivos de política interna).

El calentamiento global ha causado devastación en bellísimas ciudades históricas como Dresden, Praga y Budapest. Muertes y destrucción en México. En Argentina miles de evacuados, varios desaparecidos y ahogados, incluídos niños. Y esto recién empieza. La administración Bush niega que existan cambios en el clima y por eso no firma ningún convenio internacional para reducir emisiones que dañan la atmósfera.

LO BUE SI BRE DOS VE BUE. Ø