En 1960, una familia de inmigrantes italianos levantó en la esquina de Av. Libertador y Callao el que llegó a ser el parque de atracciones más importante de Latinoamérica.
Montaña rusa, autitos chocadores, tren fantasma, sillas voladoras, puestos de juegos… el Italpark lo tenía todo.
En sus 45 mil metros cuadrados, el parque esparcía unos treinta y cinco juegos, la mayoría traídos de Italia por sus dueños (de ahí su nombre), en donde los chicos argentinos se divertían sin parar. Los juegos más populares eran los autitos chocadores, el teleférico importado de Suiza, el juego de las tazas, el Dumbo, y las pistas de kartings. En 1979, el Italpark trajo de Holanda el Corkscrew, que llegó a ser la montaña rusa más alta de Sudamérica.
Con el avance de nuevas tecnologías, el Italpark fue perdiendo popularidad entre los chicos argentinos, hasta que en 1990, tras años de pobre mantenimiento y luego de un accidente en el juego Matterhorn que resultó con la muerte de una chica de 15 años, el parque cerró sus puertas.
Muchos que tuvimos la suerte de visitarlo en repetidas ocasiones, lo recordamos con nostalgia. En su lugar, se encuentra hoy el Parque Thays. ¤