Kaikai y Trentren luchan por la tierra y el mar
Kaikai era una serpiente dueña de las aguas, o sea, dueña del mar, de los lagos y de los ríos. Un día le provocó guerra a Trentren, gran serpiente dueña de la tierra. La serpiente del mar tenía una cabeza parecida a la del caballo y quería ahogar todas las vidas humanas y animales que había en la tierra, a través del movimiento fuerte de su cola.
Frente a la furia que desataba Kaikai, Trentren vio la posibilidad de salvar a sus protegidos encorvándose, aumentando así la altura de los cerros, invitando a los hombres a subir más alto cada vez, a lo más alto del cerro, lo que logró con mucho esfuerzo y con la ayuda de Futa Chao. De pronto, la serpiente mala hizo subir más las aguas, tan alto que Trentren subió a su vez tanto el cerro, que todos quedaron cerquita del sol, y desde esa vez la piel de los habitantes se volvió oscura. Entonces, la serpiente buena pudo desprender una roca que lanzó con tanta fuerza que aplastó a Kaikai, terminando así el diluvio universal. Y todos los hombres dieron gracias a Nguenechen, naciendo una gran rogativa.
Kaikai y Trentren representadas en los textiles mapuches
Las serpientes Trentren y Kaikai están representadas simbólicamente en la faja de la mujer adulta (ñimin trariwe, ñimin: dibujo o figura, tarü: atar, we: lugar) así como el hombre mapuche en acto de oración al finalizar el diluvio y las transformaciones del Lukutuel (orante arrodillado).
Futa Chao: Significa algo así como el Creador del Universo (El Todo – Nguenechen).
Futa: Grande, anciano.
Chao: Padre. ¤