Cartas y más Cartas • Abril 2018

Tira la piedra y esconde la mano

Sr. Director:
Reapareció Fantini con el mismo artículo de un par de años atrás, por el cual recibió muchas críticas, a las que nunca respondió. Lo de Fantini es vergonzoso; todavía sostiene la cifra de 30.000 desaparecidos, que él, como todos, sabe que es una gran mentira. Mentir daña la moral, no se da cuenta que le está mintiendo a sus hijos. Dice también que los crímenes de los ciudadanos (entiéndase Montoneros, ERP, etc.) prescriben. Robar, secuestrar, torturar, matar, y el más cobarde de todos, poner bombas en lugares públicos, son crímenes imperdonables. No sé cómo él, un educador, trata de justificarlos. Fantini: qué le diría a sus hijos si le preguntaran: “Papá ¿qué pensás de los que ponen bombas en lugares públicos (prácticas frecuentes de la guerrilla de los '70)”? Vamos, anímese, no tire la piedra y esconda la mano. Cuando suelten las palomas el 24, suelten algunas por las víctimas de sus demonios, por lo menos una más por la hija del Capitán Viola (María Cristina, de 3 años).
Por otra parte, me sorprendió la reaparición del “Ex intendente” Sr. Alzola. Muy crítico con ustedes, como es su costumbre, los declaro “Organo Oficial de la Ironía y la Mentira” después de leer el articulo de los dos demonios me permito agregar otro calificativo: La Ironía, La Mentira y La Hipocresía. Roberto, no sé cuándo te liberaron, pero me alegra que estés de vuelta. Me comunicaré a la brevedad, ya que tengo algunos proyectos interesantes que me gustaría compartir.
José Ruben
Woodland Hills, CA
ES: Estimado José, aquí están planteadas sus opiniones y requerimientos. Al mismo tiempo, le hacemos saber al Intendente Alzola que usted le da la bienvenida y que lo está buscando para no sé qué oscuro proyecto. Saludos.

¡Tero-tero!

Sr. Director:
Durante la primera quincena de marzo tomé mis primeras vacaciones en tres años y viajé a Argentina para reencontrarme con familia, amigos, y… ¡fauna local! Una tarde soleada, descansando en una cómoda reposera bajo uno de los muchos árboles de una quinta de San Miguel del Monte, provincia de Buenos Aires, recordé que había traído El Suplemento desde Los Angeles, y se me ocurrió leerlo. Al llegar a la nota de Fauna Argentina, algo mágico sucedió: mientras leía la nota de los teros, advertí que una buena bandada de ellos rompía con sus alaridos la monotonía de la tarde bonaerense. Creo que nunca aprecié tanto a estos hermosos pájaros como ese día. Eternamente agradecida por la revista. Sigan adelante.
Gina Bianco
Van Nuys, CA
ES: Aaah, una tarde en una reposera a un lado de la laguna de Monte, leyendo El Suplemento y escuchando el canto de los teros… Una verdadera postal del paraíso. Un abrazo. ¤