HISTORIA: EL GOBIERNO DE LA PRIMERA JUNTA

Habiendo jurado la Junta, enseguida comenzó a manifestarse una sistemática oposición por parte del Cabildo, de la Audiencia y del ex -virrey, porque tenían la esperanza de poder volver al régimen anterior, confiados en que los diputados provinciales se pronunciaran contra la Junta.
Quiso el Cabildo controlar a la Primera Junta con un reglamento de 11 artículos, muy similar al redactado para la Junta presidida por Cisneros.
El documento figura en el acta del día 25 y sus fines eran otorgar al nuevo gobierno un carácter provisorio y sometido al Cabildo.
Reconocía a la Junta la atribución de llenar cualquier vacante por renuncia, muerte, ausencia, enfermedad o remoción expresando que el Cabildo en caso no esperado que faltasen a sus deberes (los integrantes de la Junta) procedería a la deposición por causa bastante y justificada, reasumiendo el Excelentísimo Cabildo, para este solo caso la autoridad que le ha conferido el pueblo.
Con respecto al propósito de consultar a los diputados del interior, establecía que mientras se erige la Junta General del Virreinato despachen sin pérdida de tiempo órdenes circulares a los jefes del interior para que los Cabildos elijan sus representantes y éstos hayan de reunirse a la mayor brevedad en esta capital para establecer la forma de gobierno que se considere más conveniente: Agregaba que una vez en Buenos Aires los diputados del interior no debían incorporarse a la Junta gubernativa, sino formar un organismo separado.
El día 26 la Junta publicó un bando redactado por Mariano Moreno la noche anterior en el que se aconsejaba a la población obedecer a las autoridades y respetar la persona del ex-virrey. Invitaba también a todas las autoridades a una misa de acción de gracias por la instalación del nuevo gobierno.
Luego se dio a conocer otro bando con los propósitos de la Junta para afianzar de un modo estable la tranquilidad y el bienestar general. Proclamaba el nuevo gobierno, titulándose Junta Provisional Gubernativa de las Provincias del Río de la Plata y en el segundo bando Junta Provisional Gubernativa de la Capital del Río de la Plata.
En uso de sus atribuciones, exigió a las autoridades civiles y militares el juramento de fidelidad para que las últimas obedecieran órdenes y decretos. Varios funcionarios cumplieron bajo protesta. Antonio Caspe argumentó que jamás había jurado sino al soberano y no debía jurar a otra autoridad. También así lo hicieron los miembros del Cabildo de la Real Hacienda y el Tribunal de Faltas. Los juramentos se efectuaron los días 26 y 27.
Para mantener la unidad y tranquilidad del virreinato, la Junta envío una circular a las autoridades del interior -fechada el 27 de mayo- comunicándoles que se había hecho cargo del poder y que debían elegir sus diputados, quienes han de ser incorporados a esta Junta conforme y por el orden de llegada a la capital.
Este es el primer error de la Junta, pues los diputados deberían formar un cuerpo aparte que decidiría la forma de gobierno y es lo que llevó a Mariano Moreno a renunciar como veremos en la respectiva nota. Además el documento hacía referencia al envío de una expedición de quinientos hombres, pues de otra forma no se harían libre y ordenadamente las elecciones.

EL REGLAMENTO DEL 28 DE MAYO
La Junta Gubernativa dispuso no aceptar el reglamento del día 25 de mayo y en ejercicio de sus legítimas atribuciones dictó el reglamento administrativo del 28 de mayo para el ejercicio de la autoridad.
El reglamento establecía, entre otras cosas, que la Junta se reuniría todos los días en la Real Fortaleza, desde las 9 hasta las 14 y desde las 17 hasta las 20. El Departamento de Hacienda correría a cargo del Secretario Juan José Paso y el Departamento de Gobierno y Guerra a cargo del Dr. Mariano Moreno. Las armas harán a la Junta los mismos honores que a los señores virreyes y en las funciones de tablas se guardará el mismo ceremonial. El señor Presidente recibirá en su persona el tratamiento y honores de la Junta como Presidente de ella, los cuales se le tributarán en toda situación. Todo vecino podrá dirigirse por escrito o de palabra a cualquiera de los vocales de la Junta misma y comunicar cuanto crea conveniente a su seguridad pública y felicidad de los estados.

EXPEDICION AUXILIADORA
Lo que sería luego el ejército del Norte tuvo su origen en las tropas reunidas por el vocal morenista Juan José Castelli por orden dado por la Junta el 14 de Junio de 1810. La orden de la Junta respondía al cumplimiento del acta de formación de la misma del 25 de mayo que la obligaba a enviar una expedición al interior. Una vez instruido el ejército, las tropas salieron de Retiro el 7 de julio para ser revistadas en Monte Castro el día 9 (a tres leguas de Buenos Aires). Ese mismo día 1150 hombres comenzaron la marcha por la ruta a Córdoba al mando del coronel Francisco Ortíz de Ocampo, secundado por el teniente coronel Antonio González Balcarce.

LOS PRINCIPALES CENTROS DE RESISTENCIA A LA JUNTA.
Los principales centros donde se estableció la resistencia a la Junta fueron:
1- El Alto Perú. Aunque comprendido dentro de los límites del virreinato del Río de Plata, fue siempre un organismo aparte, debido principalmente a su situación geográfica distante de Buenos Aires y a sus intereses comerciales. El mariscal Nieto y el intendente de Potosí, don Francisco de Paula Sanz, decidieron no obedecer a la Junta.
2- Córdoba. Ubicada en el centro geográfico del territorio con buenos recursos económicos, esta ciudad se constituyó en un foco reaccionario bajo el indudable prestigio de Liniers.
3- Asunción. El gobernador intendente Bernardo Velazco – al frente de la provincia del Paraguay- si bien no hostilizó a los porteños, dispuso no reconocer a la Junta.
4- Montevideo. Bajo las órdenes de Elío, que llegó con el título de virrey en 1811, la Banda Oriental mostró desde un principio ser enemigo de la revolución.
Estos centros, salvo el de Córdoba, se desprendieron con el tiempo, y la República Argentina se achicó considerablemente, al revés de las 13 colonias norteamericanas que fueron uniéndose con los nuevos estados.

FUNDAMENTOS REVOLUCIONARIOS DE LA JUNTA
La doctrina de la Revolución de Mayo se destacó por iniciativas y resoluciones de Mariano Moreno, quien había leído en la Universidad de Charcas a filósofos, políticos y economistas europeos del siglo XVIII, en especial a Rousseau, cuyo Contrato Social tradujo, prologó y editó en Buenos Aires. Basado en los ideales de la Revolución Francesa sostuvo los principios de la libertad e igualdad ante la ley y la doctrina de la voluntad general, es decir, de la soberanía del pueblo. Sobre fundamentos de gobierno republicano se inspiró la fórmula política revolucionaria adoptada por los hombres de Mayo, la cual prolongaría su influencia hasta la generación constituyente.

PRINCIPIOS PROCLAMADOS POR LA JUNTA
Los principios proclamados por la Junta fueron:
1- La Soberanía Popular. En el cabildo abierto del 22 de mayo, Castelli y Saavedra sostuvieron los derechos del pueblo para ejercer su soberanía e instalar un gobierno propio.
2- El principio Republicano y Federalista. El ejercicio del poder por los representantes del pueblo no solo en Buenos Aires sino también en las provincias, es lo que constituyó un anticipo del sistema representativo y federalista vigente en la Constitución actual.
3- La División de los Poderes- Periodicidad de los Mandatos. De acuerdo al reglamento, la Junta tenía atribuciones ejecutivas, pero no judiciales, pues éstas estarían a cargo de la Audiencia.
4- La Publicidad de los Actos de Gobierno. Otro de los principios republicanos llevados a la práctica por la Junta. Todos los meses debía publicarse el estado de la Hacienda Pública.
Por la necesidad de difundir entre el pueblo los principios e ideales de la Revolución, el nuevo gobierno -por obra de Mariano Moreno - fundó un periódico semanal llamado La Gaceta de Buenos Aires. ©