Editorial • Mayo 2004

El caso Blumberg generó, en la mente de los ciudadanos de nuestro país, la concientización de que se llegó al límite de lo imaginable en materia de inseguridad. Como en otros tantos casos en la Argentina, se tiene que llegar a un crimen horrible para que sucedan cambios, pero estas modificaciones -al ser a las apuradas y no bajo los efectos de un plan elaborado de gobierno- terminan siendo sólo parches, que en muchos casos hacen que el remedio sea peor que la enfermedad.

El estado de Diego A. Maradona nos sacudió a todos los que disfrutamos de las genialidades del astro en las canchas. Desgraciadamente una persona es “El Diego” jugador y otra muy distinta “Maradona” hombre. Sus excesos lo han llevado a ser un anciano de 43 años. Esperemos que de una vez por todas aprenda a cuidarse.

En Estados Unidos, al igual que en Argentina y tantos otros países, a medida que se acercan las elecciones todo se enrarece; como decía algún analista político argentino “en los meses previos a las elecciones de lo que digan los políticos nada es creíble, hay que tomarse el trabajo de analizar lo que hicieron en otros cargos ejecutivos, y no lo que prometen sólo con fines electoralistas”.

La frase del mes: “Existe en el mundo árabe un odio nunca visto hacia EE. UU.”, del presidente egipcio Hosni Mubarak. Ø