El Parque San Martín de Lakewood, único con ese nombre en Estados Unidos, desde el 2014 tiene un playground nuevo y un restaurado busto del prócer argentino.
El mérito es de la Ciudad de Lakewood, la Sociedad Sanmartiniana de San Fernando y un puñado de argentinos influyentes de la zona, que lograron que el busto, que estaba en penoso estado, no solo sobreviva los trabajos en la plaza, sino que luzca como nuevo.
Recordemos que el enorme busto del San Martín Park, inaugurado en 1971, fue un regalo de la comunidad argentina local, a través de la Asociación Argentina de Los Angeles, a la Ciudad de Lakewood, como una manera de retribuir el histórico gesto de los panamericanistas de la ciudad, que nombraron José San Martín Park a uno de sus parques en honor al gran general argentino.
El parque recibe el nombre de “San Martín” en 1957, pero pocos se dan cuenta, hasta que en 1970 el Tte. Cnel. Retirado Miguel Ángel Moreno se hace cargo del Consulado Argentino, y empieza a moverse para que el Parque San Martín tenga un busto. El esfuerzo organizador y económico se hace a través de la Asociación Argentina de Los Angeles, por entonces presidida por Mauricio Tubert. El busto se compra en Buenos Aires por aproximadamente $500, y Aerolíneas Argentinas lo traslada gratuitamente a Los Ángeles. La ciudad de Lakewood paga por el pedestal y los trabajos en la plaza y la Lakewood Panamerican Festival Association se encarga de la ceremonia de inauguración. El 15 de agosto de 1971 se inaugura con banda militar, dos granaderos, y muchos invitados importantes que llegan de toda la región. Hasta el Los Angeles Times anuncia el evento, con foto y todo.
Del temporario olvido al renacimiento actual
Durante muchos años, los actos de las asociaciones sanmartinianas se hicieron en Lakewood. Pero la distancia siempre jugó en contra, ya que recordemos que la mayoría de los argentinos vive cerca del Valle de San Fernando. Con la inauguración de otro busto de San Martín cerca del Beverly Center en el 2001, Lakewood desapareció del radar argentino y el busto fue la principal víctima, ya que por falta de mantenimiento empezó a deteriorarse. Cuando la ciudad decide renovar totalmente ese sector del parque, el busto corría peligro de ser retirado.
Por suerte, en el 2014 la Sociedad Sanmartiniana de Hugo Rodríguez y Mónica Vacas se muestran interesados en brindar el apoyo financiero para restaurar el monumento. La Ciudad aporta un pedestal nuevo, y hoy el busto se encuentra a salvo en el mejor rincón del parque. ¤
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Aunque “cuñao” es solamente la forma campera de cuñado -hermano político- el gaucho la usó aún en los casos en que no existía el parentesco real, y la usó con doble sentido ya que, según la ocasión, tanto podía significar un elogio como un agravio.
Entre las prendas de vestir, el poncho era una de las más importantes por los diversos servicios que prestaba, puesto que defendía del frío y de la lluvia, se usaba de cobija cuando cuadraba la oportunidad de hacer la cama con el apero -muchos gauchos no conocieron otra cama ni otra cobija en toda su vida- pero donde se apreciaban de verdad las ventajas del poncho era en los casos, demasiado frecuentes, de pelea.
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