La Argentina comienza un nuevo año con muchos cambios, como todos deseábamos, porque la crisis económica hacía prever los estallidos sociales que ocurrieron. Desgraciadamente los argentinos estamos “quemados” y nos cuesta ser optimistas, sobretodo cuando vemos a los mismos corruptos que contribuyeron a destruir el país hacerse cargo de esta nueva etapa. Es todo tan volátil que cualquier cosa que escribamos puede ser obsoleta al publicarse la revista. Continúa el éxodo de jóvenes y no tan jóvenes, muchos vienen al sur de California, tratemos de ayudarlos como cada uno de nosotros fuimos ayudados cuando llegamos a Estados Unidos pobres e ilegales. Y también pongamos muestro granito de arena para que la Argentina se vuelva habitable, aunque sea para nuestros nietos.
Sigue la búsqueda de Bin Laden vivo o muerto, mientras tanto el presidente Bush y el Congreso no piensan hacer nada hasta que aparezca.
Los europeos, con su vieja sabiduría y el recuerdo de dos guerras en su propia tierra, son un ejemplo de mesura y tolerancia. Desde el primero de enero tienen una moneda única lo que simplifica enormemente el comercio y ni que hablar del turismo. ¿Alcanzaremos a ver lo mismo en Sudamérica?
Cuídense en las comidas y controlen el sobrepeso. HASTA LA PROXIMA Ø