Poco más de un mes falta para las elecciones en Argentina y no se pueden hacer pronósticos. Terrible dilema para el castigado ciudadano argentino que quiera votar por el mejor candidato. Sería mucho más fácil votar por eliminación; es decir, que el desilusionado sufragante pudiera tachar los nombres que no quiere ver nunca más en el gobierno.
George W. Bush sigue soplando la trompeta de “a la carga mis valientes” e ignorando un clamor mundial en su contra. Dice que quiere llevar la democracia (demos: pueblo - cracia: gobierno) a otros países, ¿no podría dejar un poco en Estados Unidos ya que una gran mayoría se opone a un acción unilateral? Sus aliados son Blair, Aznar y Berlusconi, tres “demócratas” con el 70% de sus respectivos pueblos pidiendo lo contrario.
Los Angeles se unió a más de cien ciudades americanas que han decidido oponerse a la guerra. Todos los países latinoamericanos apoyan a las Naciones Unidas.“Tristes guerras si no es amor la empresa.
Tristes, tristes.”
Miguel Hernández