La generación del Play

Estoy seguro de que no soy la primera persona en comentar sobre la “generación del PlayStation”, en el mundo del fútbol, o más específicamente, la generación “FIFA” y la generación “Pro Evolution Soccer” de futbolistas actuales, pero tal vez sea yo uno de los primeros en llamar a la atención esta conexión entre los avances deportivos y sus paralelos tecnológicos, manifestada de forma explícita por una cadena de grandes futbolistas y revoluciones tecnológicas.
Así es que mi hipótesis debería volver a los orígenes del juego, y por eso los invito a imaginarse en Cambridge, Inglaterra, a mediados del Siglo 19. Aquí es donde se establecieron por primera vez las reglas del fútbol, y donde nace, de manera oficial, la Asociación de Fútbol Inglés. Naturalmente, el primer cambio conceptual del fútbol en Europa se produce en Cambridge, con esta popularización de las nuevamente oficializadas reglas. Desde aquí afirmo que la revolución industrial que experimenta Inglaterra en ese momento, constituye otro cambio fundamental en el fútbol. Los nuevos conceptos de capitalismo, de mercado libre, los distintos avances en las comunicaciones y métodos científicos, la aceleración del transporte y la explotación de combustibles fósiles en el imperio, produjeron el primer cambio “tecnológico” en la era oficial del fútbol, ligando para siempre el adelanto científico con el desarrollo del jugador moderno. 

Esto se pone más interesante, así que por favor tengan paciencia.

El juego colectivo
Una de las cosas más fascinantes que he leído recientemente en relación con los orígenes del juego, es que una importante innovación en el fútbol recién nacido fue el pase. Aparentemente, los primeros futbolistas no pasaban el balón, dependiendo únicamente en el dribbling para vencer a los rivales. Podemos ver, entonces, como el pase y el movimiento de la pelota, fueron parte de una progresión evolutiva general en Europa, que se articula bien con las filosofías socioeconómicas y políticas de la Revolución Industrial a fines de siglo en Inglaterra, que facilitaron la transportación (el pase) y fomentaron las experiencias interculturales y conexiones intercontinentales.
Si nos imaginamos al fútbol como un modelo para una sociedad ideal, con códigos morales incorporados -como lo hizo el filósofo, franco-argelino, Albert Camus- podemos afirmar que el fútbol debe entonces, en cierta medida, ser capaz de reflejar los principales cambios en la sociedad. Ahora, el fútbol se convirtió en un fenómeno mundial en el Siglo 20, y ese siglo fue sin duda marcado por tres cambios sociales en el campo de la tecnología. Esas innovaciones revolucionarias son la radio, la televisión y la consola de juegos de vídeo. No considero al internet aquí porque lo veo como un marcador para el inicio del Siglo 21, y creo que todavía no hemos empezado a ver su impacto en el juego, pero en última instancia, en el más oscuro y triste de los escenarios posibles, el Internet puede marcar el comienzo del fin para el fútbol, ​​y posiblemente todos los deportes profesionales, por razones no relacionadas con el deporte en sí.
Los primeros grandes futbolistas que conocemos, que alcanzaron el título de ídolo (obviamente, nada que ver con las superestrellas de hoy) son de principios del Siglo 20, alrededor del año 1910. Los nombres realmente importantes surgen en Argentina en los años 20. Es importante notar que la evolución del fútbol continúa en gran medida, con la descentralización del deporte y su éxodo de Europa, algo que actualmente pasa con el béisbol y el básquet, aunque a un ritmo más lento y posiblemente dentro de espacios más restringidos y más ajustados. En los años 30 y 40, con la aparición masiva de la radio, toda una generación de jóvenes futbolistas como Alfredo Di Stéfano y Pelé, y muchos otros antes de la televisión, escuchaban partidos y soñaban con ser ídolos del fútbol. Además, la radio, con sus coloridos comentaristas, ayudaba a imaginarse la velocidad y el ritmo del juego. La radio también indudablemente, introdujo el fútbol a los pueblos rurales, familiarizándolos con el deporte, a pesar de estar lejos de los estadios. Obviamente, si se trata de las razones por la explosiva popularización del fútbol en Sudamérica en la década del 20, no puede haber ningún cuestionamiento con respecto a la influencia predominante, que tuvo en ese aspecto la radio.
En el cisma que la televisión produce en la era dominada por la radio, es donde se encuentra la próxima contribución tecnológica que determine nuevas posibilidades para el fútbol. Como la era de la radio, que propulsó a grandes ​​como Di Stéfano y Pelé en los años 50, fue la televisión la que propulsó a Diego Maradona y otros, en los años 80. Es curioso señalar también, que la grabación más antigua de Maradona, haciendo malabarismo con la pelota a los doce años, se ha convertido en un símbolo de su talento y humildes raíces, pero además, de su vínculo eterno con la televisión. Una función que seguramente cumplió fue como referencia visual, brindándole al espectador la oportunidad de ver más partidos, creando un aumento en interés y popularidad. Sin considerar los cambios reglamentarios, inequívocos, que intentaron acelerar el juego con fines de entretenimiento, la televisión mostró lo que era posible hacer con la pelota y lo que aún no se había hecho. Por lo tanto, incluso en sus aspectos negativos, la televisión influyó y continúa influyendo a generaciones de jugadores.
Esto me lleva a Lionel Messi y la generación del PlayStation. No tengo ninguna evidencia de ello, pero yo apostaría mi cuenta de ahorros a que Messi jugó al FIFA de forma regular en su adolescencia. Y si te fijás bien en sus carreras, sus tiros de precisión y posicionamiento en el campo, hay algo muy medido y calculado en su juego, muy al estilo de la FIFA virtual, muy lineal. Y todos los nuevos jugadores exitosos, incluyendo a Neymar y Di María, tienen esa misma característica siniestra, como si fueran ellos, de hecho, los muñequitos del juego.
No hay duda que los videojuegos imitan la realidad, pero tal vez haya un poco de efecto cross-over también. Tal vez, los jugadores actuales y del futuro serán cada vez más parecidos a los jugadores que utilizan en la PlayStation. Definitivamente no le quita nada al juego en términos de creatividad, aunque podríamos presagiar su posible mecanización. Es una cuestión de gusto.
Por último, nos quedamos con la ecuación que me inspiró a teorizar:

Pelé + Radio = Maradona + TV = Messi + PlayStation

Creo que falta mucha teorización e investigación aquí para legitimar esta hipótesis sociológica, y eso deja mucho espacio para otra persona que quiera explorar este tema más a fondo. También, creo que esta línea de razonamiento conduce a una más amplia y crítica comprensión del deporte y de sus vínculos con la tecnología, la política, y la filosofía contemporánea, además de obligarnos a cuestionar nuestra incesante necesidad de comparar jugadores de diferentes generaciones. ¤