Fue para la historieta argentina como Walt Disney al dibujo animado mundial. Tal es así, que el mismo Disney admiraba su talento.
Este grande de la historieta nació el 26 de octubre de 1909 y falleció el 14 de mayo del 2003. En 1924 comenzó a enviar sus dibujos a diferentes diarios porteños y, vaya paradoja del destino, en 1925 hizo su debut profesional en nuestra revista madre “El Suplemento” (Bs. As., Argentina), como dibujante con la tira “Panitruco”
Al año siguiente comenzó a publicar en el diario “El Mundo” con su personaje Don Fermín, más tarde conocido como Don Fierro. En 1928 apareció en el diario Crítica -por primera vez- su más célebre personaje: El Indio Patoruzú, quien al principio había sido bautizado Curugua-Curiguagüigua. En ese entonces no era el personaje principal, sino que formaba parte de la tira de “Don Gil Contento”. Enseguida le cambió el nombre y el indio Patoruzú fue ganándose el papel principal de la tira.
Para el año1936 ya era exitoso, tal es así, que en ese mismo año sacó el primer número de la revista “Patoruzú” con 100.000 ejemplares, los que se que se agotaron en pocas horas.
En uno de sus últimos reportajes dados a la prensa -en el año 1931- dijo sobre Patoruzú: “Encontré a este personaje luego de haber estudiado la psicología de los indios que sobreviven en el país, y me interesó especialmente el más bonachón e ingenuo. Patoruzú es el hombre perfecto dentro de la imperfección humana”.
Su familia, como él decía, encabezada por este indio generoso, se completaba con su hermano Upa, la hermana y enamoradiza Patora, la servicial Chacha Mama con sus típicas empanadas, Ñancul, Chiquizuel y Chupamiel, y sobre todo el inefable Isidoro Cañones, que era la contra cara de Patoruzú.
El éxito de la revista hizo que Don Dante fundase la editorial Dante Quinterno y en los años '40, la principal revista de la editorial llega a una tirada de 300.000 ejemplares semanales.
Los personajes de Quinterno llegaron al cine en 1942, siendo el primer dibujo animado argentino; la película se llamo “Upa en apuros”.
Los éxitos de Quinterno se sucedían. Patoruzú fue publicado por tres años entre 1945 y 1948 en el diario PM de Nueva York. También en 1945 lanzó Patoruzito, un semanario de historietas de aventuras con el cacique cuando pequeño.
El año 1950 fue otro hito en la labor empresarial de Don Dante, ya que volvió a los negocios familiares con la compra de varios campos en la provincia de Buenos Aires. De esta forma se convirtió también en productor rural, y sus millones de inquietudes lo llevaron a crear la revista Dinámica Rural.
En 1968 apareció como figura principal con la revista “Las locuras de Isidoro”, el propio Isidoro Cañones con su compañera de aventuras Cachorra y su tío el Coronel Cañones.
Ya en los últimos años de vida, lo suyo era el Holding Quinterno, que hoy funciona bajo la dirección de sus hijos Dante, Walter y Mónica, empresa que combina actividades editoriales con el aprovechamiento de la marca “Patoruzú”, las telecomunicaciones y el comercio exterior.
Don Dante -hasta que cumplió 90 años- concurría diariamente a sus oficinas editoriales de la avenida Santa Fe, hasta que en los últimos años algunas dolencias lo hicieron permanecer en su casa, pero desde allí siguió manejando todo lo inherente a su editorial.
Su legado sigue con la edición permanente de las Andanzas de Patoruzú, Las Locuras de Isidoro y Las Correrías de Patoruzito. Varias generaciones disfrutamos y crecimos leyendo sus historietas. Queda para las próximas generaciones su obra, y Don Dante en nuestra historia como alguien que hizo mucho por divulgar nuestra cultura. ©