Todavía Francisco Villaespesa expresará: “Las más hermosas ciudades, son sepulcros blanqueados, pudrideros de cuidados, vanidad de vanidades”.
Pero si encontramos algún refrán que diga: “Ciudad limpia, ciudad culta”; los demás estarán en la misma posición de lo que venimos destacando.
Así otro de ellos concuerda de esta manera: “Buena es la vida de aldea por un rato, mas no por un año”; refiriéndose a que la vida en los pueblos trae consigo habladurías y rencillas.
“La vida en la aldea, désela Dios a quien la desea” confirma otro refrán denotando que la soledad y falta de comodidades que se padecen en la aldea, la hacen poco apetecible.
Marco Terencio Varrón ya dejó establecido en el siglo I AC: “La divina naturaleza nos dio los campos; el arte humano construyó las ciudades”.
Eso es todo por ahora, y mientras Uds. preparan las valijas para irse al campo, recuerden: “Magna civitas, Magna solitudo”. Ø