En pocos años más la Argentina será conocida en el mundo por ser el país de nacimiento del papa Francisco, el tango, Messi, Maradona, la Patagonia y por ser otro estado semi-fallido, donde incontrolables bandas de narcotraficaantes se apoderaron de gran parte del territorio y del poder.
Desde siempre se nos dijo a los ciudadanos de a pie que, en el peor de los casos, el territorio nacional era lugar de “tránsito” de drogas, mismas que llegaban desde Perú, Colombia y Bolivia con el único fin de ser exportada posteriormente a otros países y/o continentes.
Pero en los últimos años, debido a la inacción, complicidad y corrupción de la dirigencia política, judicial y fuerzas de seguridad (policías, gendarmes y prefectos) los narcos fueron adquiriendo cada vez más poder, apropiándose de territorios y ciudades de manera exponencial.
Ahora que las últimas reservas morales del país levantan su voz para advertir sobre el oscuro panorama de nuestro futuro, ya es demasiado tarde, porque todas las batallas se han perdido. Y la guerra… definitivamente.
A menos que se produzca un milagro, solo queda esperar lo peor: seguir los pasos de El Salvador, Honduras, México o Colombia.
Declaraciones al respecto
“La Argentina está corriendo el riesgo de pasar a una situación de difícil retorno. Si la dirigencia política y social no toma medidas urgentes costará mucho tiempo y mucha sangre erradicar estas mafias que han ido ganando cada vez más espacio. Es cierto que el desafío es enorme y el poder de corrupción y extorsión de los grupos criminales es grande. Pero no es verdad que nada se puede hacer”.
Conferencia Episcopal Argentina.
Noviembre de 2013
“Pregúntenle a los jueces del norte; les van a contar cosas espeluznantes. Los jueces de allá me plantearon la situación muy grave que hay: pasan caravanas de cien vehículos, con armas, y nadie los puede parar, la Gendarmería ha retrocedido, los jueces no tienen elementos, faltan jueces...”
Ricardo Lorenzetti, Presidente de la Corte Suprema de Justicia de la Nación
“En lo que va del año ya hemos detenido 5700 narcotraficantes, y no estamos hablando de consumidores, sino de gente que se dedica a la comercialización”.
Sergio Berni, Secretario de Seguridad
“El narcotráfico es uno de los principales temas de agenda del Gobierno nacional”.
Julio Alak, Ministro de Justicia y Derechos Humanos.
“El año pasado tuvimos 12 muertos, hay muchos ajustes de cuentas y casas tiroteadas. En la zona norte de Salta han comenzado a viajar desde hace unos años europeos del Este y hay instalada una comunidad bastante importante de colombianos. Casi todos los europeos del Este quedaron involucrados en causas”.
José Luis Bruno, fiscal federal de Orán, Salta.
Colombianos, mexicanos… ciudadanos del este de Europa. Es muy extraño que tantos miles de inmigrantes de esos países relacionados con drogas y crimen organizado hayan decidido radicarse en las provincias del norte argentino durante los últimos años. Y más teniendo en cuenta que al ser éstas las más pobres del país, las oportunidades de progreso son mucho menores que en otros lugares.
El tráfico de drogas se expandió a otros lugares, desde las fronteras hasta provincias mediterráneas. En un hecho inédito en 30 años de democracia, el gobernador de Santa Fe, Antonio Bonfatti, el 11 de noviembre pasado sufrió un atentado en su domicilio particular. Cuatro desconocidos que se desplazaban en motos efectuaron catorce disparos contra el frente de su propiedad, tres de los cuales ingresaron en su living mientras miraba televisión con su esposa.
Rosario en particular aparece como la punta del iceberg de la gravedad de la situación, una muestra de lo que sucederá al resto de la Argentina. Según un estudio reciente realizado por la Universidad Nacional de Rosario, desde 2004 a la fecha se produjeron en esa ciudad más de mil muertes relacionadas con el narcotráfico. Para colmo, los atribulados ciudadanos de la provincia de Santa Fe no tienen dónde pedir ayuda. Si hasta el jefe de la policía de la provincia, comisario mayor Hugo Tognoli, presentó su renuncia a fines de 2012 luego de quedar involucrado en una causa que lo investiga por sus supuestos vínculos con el narcotráfico y trata de mujeres. Desde esa fecha, muchos jefes policiales santafesinos que supuestamente debían combatir el narcotráfico fueron detenidos por proteger a los narcotraficantes.
La Conferencia Episcopal Argentina reclamó medidas urgentes para detener el avance del narcotráfico en el país y la designación de alguien al frente de la SEDRONAR (Secretaría de Programación para la Prevención de la Drogadicción y Lucha contra el Narcotráfico), porque desde el 19 de marzo de 2013 se encuentra acéfala a partir de la renuncia de su titular, Rafael Bielsa, destacando que “perseguir el delito es tarea exclusiva e irrenunciable del Estado”.
“Debe haber casi 8 mil colombianos operando en el norte del país. Es demasiado raro que en la frontera norte se haya instalado toda esta gente en estos últimos dos o tres años. También han llegado mexicanos”
Jorge Luis Villada, presidente de la Cámara Federal de Salta.
Pero en vez de combatir el narcotráfico, los dirigentes de más alto nivel nacional, que deben velar por la seguridad de los argentinos, no se dan por aludidos y solo se dedican a acusarse mutuamente, con chicanas políticas procurando únicamente réditos electorales.
“No dejemos que nos roben la esperanza, ni que se la arrebaten a nuestros jóvenes”. 106º Asamblea Plenaria de la Conferencia
Episcopal Argentina, 8 de noviembre 2013. ¤